Iglesia usa Heavy Metal para predicar la Palabra de Dios

Algunas personas equivocadas consideran que el heavy metal es "la música del diablo", pero una iglesia en Sao Paolo, Brasil, lo está utilizando como una forma de difundir la palabra de Dios. Crash Church es una iglesia evangélica a la que asisten los fans de heavy metal que buscan adorar a Dios a través de la música.
Situado en un gran garaje, Crash Church se parece más a un lugar de concierto de rock underground que un lugar de culto cristiano. Los "parroquianos" parecen tan inusuales, vestidos con colores oscuros y tatuajes deportivos y piercings. El pastor Antônio Carlos Batista no usa prendas religiosas, optando por jeans, camisetas y zapatillas. Sus brazos están cubiertos de coloridos tatuajes inspirados en la fe cristiana, y una docena de piercings y pendientes adornan sus orejas. Lee el Evangelio desde detrás de un púlpito de apariencia medieval, mientras la congregación lo sigue en sus teléfonos celulares, en la pantalla de televisión que muestra los pasajes que se leen, o en las biblias regulares. Batista utiliza la jerga cotidiana para explicar los textos religiosos, y realiza canciones de heavy metal entre sermones.
"Esto es parte del plan de Dios para cruzar las barreras, que tenían un formato muy cerrado y no podían llegar a muchos aspectos de la sociedad", dijo Batista, quien también es el cantante principal de una banda cristiana de death metal llamada Antidemon. Él co-fundó la iglesia en 1998, a partir de lo que él dice que era "necesidad divina". Curiosamente, él no era un fan del metal pesado entonces. Simplemente dirigió la disidencia de varios miembros de la iglesia Reborn in Christ, pero afirma que se le ocurrió la idea de Crash Church después de recibir un mensaje de Dios. "Recibí un mensaje de Dios, pidiendo mi ayuda en la conversión de los rockeros", dijo a Veja Sao Paolo.Pero ser parte de una iglesia que combina religión y heavy metal no es la cosa más fácil del mundo. Batista, 49 años, afirma que sus feligreses están sujetos a sufrir prejuicios "de ambos lados". Para los otros evangélicos, son adoradores del diablo, mientras que otros fans del heavy metal los consideran demasiado bien educados.Y como todos sabemos, los prejuicios pueden tener consecuencias devastadoras. En 1996, la artista Ana Batista, entonces miembro del movimiento 'Terorista Punk', llegó a la Iglesia Crash con una daga oculta para asesinar al pastor Antônio Carlos Batista, el responsable de fusionar el cristianismo y el heavy metal. "Odiaba la religión, quería poner fin a su trabajo", le dijo a Templo Metal. Sin embargo, mientras preparaba su ataque, escuchaba el sermón del pastor y algo extraño sucedió. Ella pronto se convirtió en un parroquiano y cuatro meses más tarde fue bautizada en la Iglesia de Crush. "Hoy soy un siervo de Dios", dice.Crush Church depende de las donaciones de sus feligreses para cubrir la tarifa mensual del espacio de 200 metros cuadrados y todas las otras facturas. Los fieles también financian los tours de Antidemon, y hasta ahora la banda ha viajado a más de 30 países, predicando la palabra de Dios con su música.

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