Las dos fuerzas emergentes en la política española, Podemos, de Pablo Manuel Iglesias Turrión, y Ciudadanos, de Albert Rivera Díaz, uno madrileño, otro barcelonés, parecen retratadas en series de televisión de gran fuerza, “Juego de Tronos” y “Borgen”, que deben revisarse a la luz de ambos personajes.
Iglesias Turrión está tan entusiasmado con “Juego de Tronos”, violentísima serie estadounidense imitando el medioevo europeo, que cuando se encontró por primera vez con el Rey Felipe VI le entregó los vídeos de sus cinco primeras temporadas aconsejándole que los estudiara para aprender cómo se actúa en política.
“Borgen” es lo contrario: una apasionante serie danesa sobre política, poder y democracia. Parece representar a Albert Rivera. Sus únicas tres temporadas, desgraciadamente concluidas, están envueltas en civilizados combates políticos y periodísticos, y sutiles pactos para formar gobiernos de coalición como quizás serán necesarios en España próximamente.
Iglesias escribió varios artículos alabando la inteligencia de los personajes que matan y destruyen para reinar. Ambición, muerte, devastación, parricidio, incesto, y sexo sádico son la base de todos sus capítulos.
La serie danesa plantea con inteligencia y sutileza la historia de una primera mujer presidenta del Gobierno danés, la dirigente centrista del Partido Moderado, Birgitte Nyborg, que llega al poder en virtud de diferentes pactos con derecha e izquierda sin perder sus convicciones y ética, todo ello con gran costo para su vida familiar.
El clima de “Borgen”, el palacio central del poder danés, es tan democrático y tan civilizado que es inevitable que recuerde al dirigente de Ciudadanos con su oferta de negociar simultáneamente con PP y PSOE.
Y debe contraponerse a lo que representa Iglesias Turrión con su admirado “Juego de Tronos” cargado de odios, masacres, sadismo y venganzas.
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