El estudio de arquitectura A-cero, dirigido por Joaquín Torres y Rafael Llamazares, presenta nuevas imágenes del proyecto reforma de fachada de un inmueble situado en el centro de Madrid, concretamente en el Paseo de la Castellana 33-36.
Se parte de un edificio ya construido del que la propiedad tiene la intención de dotarlo de una nueva imagen y mejorar, en una próxima intervención, su habitabilidad.
Si que nos gustaría dejar claro que debido a la multitud de inconvenientes por parte de la CIPHAN, nos ha resultó imposible llevar a cabo el diseño inicial.
La intervención se limita a modificar la piel del edificio y a la colocación de elementos que le confieren un mayor dinamismo sin modificar los vanos.
La nueva piel, de panel composite de aluminio, se coloca sobre la existente en todas las fachadas. Si bien no se limita a un cambio de material ya que se colocan nuevos elementos que modifican la imagen del edificio sin alterar su volumetría ni aumentar su superficie construida.
En la fachada principal la nueva piel alarga ligeramente los dientes de sierra existentes para lograr una curvatura que confiere a la fachada la sensación de ondulación. Se recubre la marquesina existente con el panel composite, que se dobla en el extremo de manera que, sin un aumento de vuelo, se dota a la marquesina de un carácter más escultórico.
En las fachadas laterales se enmarca el cerco de las ventanas con unos elementos que sobresalen respecto del plano actual. En la parte superior el panel relaciona las fachadas principales y rompe la rigidez de fachada existente.
En la fachada posterior se unifican las escaleras de emergencia, convirtiéndolas en un único elemento destacado en el edificio, para ello se cierra el espacio entre ellas. De esta manera se oculta el patinillo y la plataforma de mantenimiento que, en el espacio entre escaleras, permite el acceso al patinillo y a los conductos que está previsto colocar en una siguiente intervención para mejorar la habitabilidad del edificio.