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Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

Publicado el 09 diciembre 2013 por Retromaniac @RetromaniacMag
Que la edad de oro de las aventuras gráficas pasó hace bastante tiempo es algo que todos sabemos. Lejos quedan Monkey Island, King’s Quest, Indianas y compañía (aunque una buena ristra de remakes se empeñen en que pensemos lo contrario). Pero decir que los point and click han pasado a mejor vida sería faltar a la verdad. A día de hoy siguen saliendo a buen ritmo dignos ejemplos que nos aseguran que el género no está muerto, ni mucho menos. Ahora bien, para servidor, en la actualidad hay dos tipos diferentes de aventuras gráficas: las que intentan sumergirte en su propia historia, y las que apelan a tu nostalgia para hacerte sonreír. No me malinterpretéis, ambos tipos tienen buenos títulos, y este Detective Case and Clown Bot in Murder in the Hotel Lisbon es del segundo tipo. Tal y como dicen los chicos de la novata compañía Nerd Monkeys: «está inspirado en las clásicas aventuras point and click de los 80 y 90». ¡No hace falta que lo juren!

Encarnamos a Case, el típico detective fracasado de cualquier guión de cine negro al que le encargan el caso de su vida. Nos acompañará Clown Bot, un robot volador cuyo sueño es llegar a ser un payaso profesional (por ahora sólo lo es en el sentido despectivo). Al parecer un hombre se ha suicidado en el Hotel Lisbon, asestándose a sí mismo catorce puñaladas en la espalda mientras tomaba café tranquilamente, imaginad la escena. Debido a su complejidad, el agente García relega en nosotros el caso. Y ahí estamos, recogiendo pruebas de la habitación del hotel donde yace el cadáver, metiendo las narices en las relaciones extramatrimoniales de la mujer del fallecido, interrogando a toda persona que parezca saber algo y, en definitiva, poniendo toda la carne en el asador para resolver ese extraño suicidio.

Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

Entrada triunfal de nuestro protagonista


Indy y Sofia, Rincewind y su baúl, Stobbart y Collard, Andrés Truído y Flux Tarambana, los grandísimos Sam y Max o, más recientemente, Ben y Dan; las parejas de protagonistas siempre han dado mucho juego en las aventuras gráficas, tan pronto se salvan la vida como se lanzan pullas a traición, y Case and Bot no iba a ser menos. Nuestro carismático acompañante no parará de soltar chascarrillos, hasta tal punto que desearemos soltarle un par de collejas a ver si con suerte se resetea. Además, nos servirá para guardar la partida, para recordar cuál era nuestro siguiente paso, o para almacenar los objetos que vayamos encontrando. Incluso tiene un botón con el que cuenta un chiste aleatorio, que no sé quién en su sano juicio podría encontrar útil.

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Clown Bot será el encargado de guardar nuestra partida


Dejando a un lado a la pareja de protagonistas, lo que más llama la atención del juego a primera vista son sus píxeles tamaño familiar. En Nerd Monkeys se sienten orgullosos de que su juego corre en una resolución de 256x192, la misma que usa la ZX Spectrum de 48k, o incluso la Nintendo DS. Sin embargo la quizás excesiva simpleza de los escenarios y, sobre todo, de los personajes, me ha dejado un sabor agridulce en la boca. Con un estilo algo infantiloide y atisbos de cómic europeo, el trato con el píxel, sin ser malo, no es el más refinado que vas a ver en un point and click. Los escenarios tampoco son todo lo variados que nos gustaría: todo el juego se desarrolla en una única calle en la que encontramos cinco o seis establecimientos en los que poder entrar a investigar.

Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

Hemos fallado en el interrogatorio...


El sistema de juego también difiere un poco de las aventuras gráficas tradicionales. Es cierto que vamos a tener que mover el cursor del ratón por toda la pantalla para encontrar objetos o intercambiar varias líneas de diálogo con los personajes que nos vayamos cruzando, pero no vamos a poder combinar los objetos de nuestro inventario ni usarlos con ninguna otra cosa. No vamos a usar pollos de goma en poleas ni vamos a abrir alcantarillas con extrañas herramientas, la interacción con el escenario es prácticamente nula. Nuestras acciones se limitan a recoger objetos (o mirarlos) y a hablar con la gente. Punto.

Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

A menudo nos será más cómodo ir en taxi


Y luego están los interrogatorios, la chicha del juego. Los chicos de Nerd Monkeys han sacrificado el uso de objetos para darle importancia a los interrogatorios (cosa que no acabo de entender, ya que ambos mecanismos podrían haber coexistido perfectamente). No os culpo si cuando hablo de interrogatorios pensáis en Phoenix Wright, ya que a mí me pasó lo mismo, pero rápidamente comprendes que ni se parecen, y eso es malo. Aquí los interrogatorios consisten en elegir una de las tres preguntas posibles, y enlazarla con un objeto de tu inventario, para hacer que el interrogado se desmorone y te diga la verdad de una vez. El problema es que a veces hay preguntas absurdas, y otras veces hay preguntas que se parecen tanto que no sabes por qué una es la correcta y la otra no. Además, si fallas en la pregunta o en el objeto, únicamente tendrás que volver a empezar el interrogatorio, que será exactamente el mismo, lo que al final puede traducirse en un ensayo y error un poco absurdo...

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El oficial García, todo un personaje


Cuando haces click en un objeto o personaje del escenario, se abre un pequeño conjunto de acciones que recuerda bastante a la manera de interactuar que tenía Full Throtle, sólo que aquí echas de menos la acción de “patear” para usarla con ese robot graciosillo. El humor del juego es irregular, mezclando momentos de vergüenza ajena con situaciones que te arrancarán una sonrisa quieras o no, normalmente debido a que el juego sabe muy bien cómo despertar nuestra nostalgia. Mención aparte para el aspecto sonoro que raya a buen nivel (con canción fado en directo incluida), excepto por un par de temas Jazz Bebop que son más que notables.

Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

Interogatorio en progreso


Detective Case and Clown Bot in Murder in the Hotel Lisbon no es un mal juego. Es un juego hecho con mimo, muy humilde y algo falto de ambición, eso sí. Un juego correcto, con un par de grandes momentos que te harán sonreír, pero que le falta un buen trecho para llegar a mirar a los ojos a los grandes del género. No te va a hacer pensar demasiado, simplemente te hará ir de aquí para allá interrogando a quien toque. La historia tiene tantos giros de guión y tan absurdos, que pronto dejarán de sorprenderte. Case and Bot es un juego que seguramente hubiera pasado sin pena ni gloria si hubiera convivido con las grandes obras de LucasArts, incluso a día de hoy no sería de los primeros point and click que te recomendaría.
Impresiones de Case and Bot. Un point and click algo light

Por su estilo y su manera de aporrear descaradamente a la puerta de la nostalgia, quizás lo más parecido sean las dos aventuras de Ben and Dan (Ben There, Dan That! y Time Gentlemen, Please!), que superan en casi todo a este Case and Bot, con un humor más fresco y destellos de inteligencia entre tanto surrealismo. Si estás buscando un point and click de los de antes, tienes varios títulos que deberían estar más arriba que este entre tus prioridades. Si ya tienes experiencia y quieres algo nuevo, échale un par de horas a Case and Bot, si no eres demasiado exigente con él, te lo agradecerá dedicándote tres o cuatro momentos realmente divertidos.
Por: PixFran
Más info y compra del juego en su web oficial

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