Independiente, en manos de sus socios

Las elecciones que vivió el Rojo fueron particulares. Después de la desastrosa gestión de Julio Comparada, que dejó al club con un pasivo de 200 millones de pesos, un estadio a medio hacer, escasos logros deportivos y una barra dueña de todo, los socios tuvieron el domingo la posibilidad de elegir un cambio. Y lo hicieron.

Se presentaron tres agrupaciones, aunque se sabía que una de ellas no corría: Lista Roja, la más importante y añeja de todas, que aportó a los presidentes más significativos, está sumida en una crisis interna, Noray Nakis mediante, que lo llevó a presentar a su trinomio entre peleas escandalosas a poco tiempo de los comicios.

Así, todo quedó en una contienda mano a mano entre Nueva Generación Roja, el oficialismo, e Independiente Místico, la agrupación más joven de todas (se creó en 1998).  En la previa, era David contra Goliat. Pero poco a poco todo fue cambiando hasta darse vuelta la historia…

Nueva Generación Roja presentaba como cabeza a Julio Comparada, pero mientras más se acercaba la fecha de la elección, más caía la intención de voto de la agrupación, por lo que, sutilmente, a quien era presidente le “pidieron” que se bajara y le diera lugar a Baldomero Alvarez de Olivera, personaje político con mucho peso en la Provincia de Buenos Aires.

De esta manera, Comparada aceptó ser vicepresidente primero de “Cacho” y pasó a integrar una lista que, de a poco, vio caer a todos sus integrantes de Comisión Directiva a manos de políticos, sindicalistas y empresarios de confianza de Baldomero Alvarez como, por ejemplo, Hugo Moyano, Juan Carlos Lascurain, Javier Mazza, etc.

Al sentirse desplazado y, además, seguir perjudicando la imagen de su agrupación, Comparada se bajó del todo y pareció encarrilar un poco las elecciones para Nueva Generación Roja, que además contaba con el inestimable apoyo de una nutrida barra brava comandada por Pablo Alvarez, de los más poderosos de la Argentina.

En frente estaba Independiente Místico, una agrupación política que nació del foro de un sitio partidario (InfiernoRojo) allá por 2008, integrado por socios comunes y corrientes, con  la imperiosa condición de que no tenían que haber integrado ningún cargo importante en gestiones anteriores.

Así, de a poco se fue armando, impulsado principalmente por la juventud, y comenzó a hacerse conocido recorriendo ciudades, clubes de barrio, repartiendo volantes, sufriendo la burla del oficialismo y, por qué no, de otros sectores también. El sueño de un grupo de socios de ser presidentes les parecía absurdo.

Sin embargo, mientras más se acercaban las elecciones, más crecía la imagen de Independiente Místico, más gente iba a las charlas de Javier Cantero y compañía, y la sensación de que, de no suceder nada “raro”, el triunfo sería suyo, estaba instalada. Pero faltaba concretar.

Este domingo, en lo que fue la elección más importante de la historia de Independiente con 11.685 votantes, Javier Cantero se impuso a “Cacho” Alvarez por 59.96 por ciento a 35.32 por ciento, erigiéndose en el presidente con mayor cantidad de sufragios de la historia del club.

“Independiente no se toca”, manifestó apenas electo a la multitud que lo aclamaba en la puerta de la sede. “Vinieron los que tenían el poder, plata, espalda, a los que ganaron muchas elecciones, pero no pudieron”, añadió. Y la gente, esa que lo eligió, lo festejó cantando: “El club es de los socios”. Y así es.

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