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Indultos, no nos confundamos…

Por Maestrovalencia
En el final de esta temporada ha sido especialmente llamativo el hecho de que se ha disparado el número de toros premiados con el indulto. Personalmente no tengo nada en contra de los indultos, me parecen un premio justo para con los toros que se comportan en la plaza de forma excepcional.
He leído críticas feroces a estos indultos porque, dicen, no se les picó, el que más tomó dos puyas.
Teniendo en cuenta que mi blog se titula “Tercio de Varas” creo que no soy sospechoso de querer acabar con este tercio. Quienes me hayáis leído sabréis que le doy gran importancia y disfruto mucho cuando se ejecuta con pureza.
Dicho esto, recordar que el indulto es un premio al comportamiento del toro en la plaza. Una corrida de toros no es un tentadero donde se quieren evaluar a los toros para decidir sobre su selección, una corrida de toros es un espectáculo, una expresión artística, en el que un torero ha de crear una obra con el toro como materia prima y ese es el fin último de la lidia en una corrida, no lo es calibrar al toro para su selección.
Los toros en la plaza llegan al último tercio con las entradas al caballo que el torero haya creído idóneas para que se adecuen a la faena que les quiera realizar. Cuando el torero está tomando decisiones sobre la pelea en varas del toro no lo hace pensando en observar al animal para su futura selección, sino en dejarlo en el punto que estime oportuno para poder lidiarlo a su gusto. No es un tentadero en que el ganadero decide las varas que toma el toro para medir al animal y si se pasa o no a la faena de muleta.
Obviamente un toro que haya despertado en la plaza tantas emociones como para hacer al público pedir su indulto, debe ser un toro a tener en cuenta por el ganadero a la hora de pensar en su selección. Cada ganadero tiene su criterio en cuanto a la bravura que busca para sus toros. Es habitual que si estiman que no se pudo evaluar la bravura del toro en el caballo cuando se lidió en la plaza antes de ponerlo a “padrear” se eche de nuevo al caballo y observarlo conforme a su gusto. 
Si un toro embiste 70 veces en una plaza humillado, empujando con los riñones, metiendo la cara fijo en la muleta, con casta y viniéndose arriba conforme pasa la faena, ¿le negamos el indulto porque no entró al caballo 3 veces?, ¿tenía el torero obligación de lucir al toro en el caballo perjudicando su futura faena?
El indulto no es más que un premio, el máximo, que se puede conceder al toro en una plaza, pero no nos confundamos, no es garantía de que ese toro vaya a ser echado a las vacas. El objetivo del Tercio de Varas en la lidia en una corrida de toros es el de amoldar la embestida del animal al gusto del torero, no la de medir la bravura del toro, eso se hace en el campo. No nos confundamos y pidamos lo que no es…

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