Revista Informática

Industria 4.0: la revolución impulsada por la Realidad Virtual

Publicado el 15 diciembre 2021 por Lauratuero @incubaweb

Hace no mucho, se hablaba del concepto de Industria 3.0 como aquella interconectada gracias a las soluciones smart. Gracias a una tecnología que avanza a un ritmo cada vez más imparable, en la actualidad ya se trata y se profundiza el concepto de Industria 4.0, una todavía más avanzada, más interconectada y más eficiente.

¿En qué se apoya esta Industria 4.0? En cada pináculo de la tecnología moderna, destacando especialmente la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada. Esta dupla es la que capitanea la cuarta revolución industrial, cambiando el enfoque y organización de los medios productivos como nunca antes.

Es un salto que quiere virar hacia las fábricas hiperconectadas e inteligentes que permitan modificaciones en tiempo real, tanto desde dentro como desde fuera. Por eso mismo, la VR y la AR juegan un papel tan importante en ella, porque, entre otras cosas, facilitan esa interacción en tiempo real de los operarios con la maquinaria, incluso aunque no estén en la planta.

Ese “entre otras cosas” es justo lo que vamos a abordar aquí. Teniendo claro que es la realidad virtual y todo su potencial, resulta fácil ver todas las mejoras que puede suponer para la Industria Moderna. No obstante, vamos a ahondar en ello para entender mejor hasta qué punto esta Industria 4.0 puede catalogarse como una revolución, porque lo es.

¿Qué puede aportar la VR a la Industria 4.0?

Podemos empezar pensando en posibles aplicaciones. Con las soluciones de Realidad Virtual, cualquier empresa industrial puede mejorar en la optimización de sus diseños, sea de productos, de servicios, de maquinaria o de plantas.

Esto es algo que va vinculado directamente a esa interacción simulada y en tiempo real que mencionábamos antes, como también a las labores de mantenimiento y control de una planta. Los operarios pueden, desde sus puestos de trabajo, supervisar el funcionamiento de la maquinaria y, en caso de fallo, ver rápidamente dónde está el problema para actuar en consecuencia. Todo ello, además, en la más absoluta seguridad y con la mínima exposición posible.

Esta tecnología, gracias a su mayor grado de inmersión y a su conectividad más potenciada, permite la colaboración de varias personas en un mismo proyecto, sin ir más lejos. El rediseño de un producto con modificaciones que vayan aplicando varios de sus responsables en tiempo real, la propuesta de cambios o incluso la tormenta de ideas para trazar un camino a seguir. Todo eso, mientras cada uno está en su propio hogar, conectado y viendo/interactuando con el elemento en cuestión en un entorno VR.

Otra aplicación bastante interesante es la de la formación con realidad virtual. Los profesionales pueden tener una preparación completa y avanzada mediante experiencias virtuales en entornos industriales. Eso es algo, precisamente, que ofrecen empresas como Innovae con SAVI.

Un sistema que, mediante cápsulas informativas, plantea experiencias y simulaciones en entornos que imitan condiciones reales. Algo con lo que operarios y trabajadores pueden aprender, por ejemplo, a conducir maquinaria pesada, operar con grúas en almacenes, dominar los trabajos de soldadura o incluso tener nociones sobre medidas de seguridad en entornos con determinadas condiciones.

Este terreno es uno que está avanzando constantemente, además, porque el potencial de la VR en la formación industrial es de lo más interesante. Sin riesgos reales y con la posibilidad de replicar comportamientos reales con total precisión, es ideal para formar a profesionales del sector. Y sí, hay compañías que ofrecen formaciones a medida para empresas en este terreno, como el caso de la citada Innovae.

Las ventajas de la VR para la Industria 4.0

Hemos hablado de aplicaciones, aunque el abanico es todavía más amplio por ese potencial ilimitado de esta tecnología. Ahora bien, ¿qué ventajas trae el aprovechamiento de la VR en la Industria 4.0?

Una pregunta bastante común, pero fácil de responder. Sea en solitario, o de la mano de la AR, la realidad virtual reduce los tiempos de espera en la industria al permitir el acceso inmediato a plantas, simulaciones o proyectos. Asimismo, dispara la seguridad en el ámbito industrial al no necesitar la presencialidad. Las personas pueden conectarse desde entornos plenamente seguros.

Huelga decir que, su capacidad para proyectar simulaciones y/o productos supone un importante ahorro de costes. Se pueden hacer cambios a maquinaria o incluso a prototipos en tiempo real a través de simulaciones 3D para ver los resultados sin necesidad de usar materiales reales. Si funciona, se puede trasladar a la realidad y ponerse en marcha. Si no, se puede seguir iterando sin tener que invertir más dinero.

Todo esto, definitivamente, trae consigo una importante mejora de prácticamente todos los procesos de la industria. Se consigue una industria más segura, más rápida y más eficiente que está dispuesta a dar lo mejor y a avanzar como no lo ha hecho ninguna otra antes.


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