Inician una campaña contra el fraude en aparcamientos de discapacitados de Vigo

Francisco Yépez, padre de un joven con lesión medular, y Milagros López Vernet, también con discapacidad, estaban hartos de quejarse de los abusos que se cometen con las plazas de aparcamiento para discapacitados y decidieron pasar a la acción.
Fue entonces cuando emprendieron una campaña por su cuenta para la concienciación cívica iniciada por Milagros a través de Internet y continuada por Francisco posteriormente con la creación de dos tipos de pegatinas para colocar en los vehículos fraudulentos. El modelo, que circula libremente por Internet, ha calado tan hondo que ya ha sido adoptado en otras ciudades españolas como Madrid, Valencia, Cádiz, Tarragona, Sevilla o A Coruña.«Se me ocurrió hacer una pegatina para los que no tienen puesto el permiso en el coche y otra para los que usan la tarjeta de forma fraudulenta», comenta Francisco Yépez, quien reconoce que la obligación es llamar a la policía, «pero entre que tardan o no pueden...».Enlace al a pegatinaEn una de esas pegatinas se advierte: «Ha aparcado en una plaza reservada para discapacitados o está interrumpiendo el libre paso a una silla de ruedas». A continuación el cartel indica «si realmente necesita aparcar, yo también, así que hágalo en el sitio adecuado». Ruega al conductor que si no se ha dado cuenta de que molesta, la próxima vez lo piense mejor, pero si ha sido consciente «su mala educación o su imbecilidad no le proporcionará la tarjeta de movilidad reducida para estacionar en las plazas reservadas».Con aquellos que hacen uso indebido o fraudulento de la tarjeta el cartel todavía es más duro. Les indica que las asociaciones de discapacitados locales y colaboradores voluntarios están haciendo un seguimiento para identificar este abuso y denunciar a los infractores ante la Policía Local por incumplimiento de la ley de seguridad vial. Por si esto fuera poco, recuerda que pueden ser denunciados y sancionados con 200 euros y retirada definitiva de la tarjeta de estacionamiento, cuyo titular es solo la persona transportada y no el vehículo, como parecen entender muchos. «Vemos que hay un abuso tremendo con las tarjetas; todas las plazas de las playas están ocupadas, pero no por discapacitados, y eso es un fraude que está penado. Al cabo del mes coloco unas sesenta pegatinas por fraude», comenta Yépez. Ahora tienen otro problema añadido, el aparcamiento de las motos en la acera. Una idea, dice, es pintar un resalte para que no estacionen delante de las plazas de discapacitados.Está convencido de que si la policía hiciera una campaña de seguimiento de los fraudes, recaudaría más que con los controles de alcoholemia. Si bien admite que Vigo cumple con la ley en lo que se refiere al número de plazas, no sucede igual en lo relativo a las dimensiones. «Por la parte de atrás necesitan de un metro y medio a dos de espacio libre y son contadas las plazas que lo tienen», denuncia.Enlace a la pegatinaTanto Francisco Yépez como Milagros López coinciden en que lo peor es el colectivo de los familiares de los usuarios de las tarjetas, que en lugar de usarlas solo para transportar al discapacitado, la utilizan para otros menesteres que no tienen nada que ver, como ir de compras o a la playa. «Que no te respete ni tu propia familia es increíble. Ayer, una chica me dijo que la usaba su hermana y no sabía que hacer porque hay gente que depende mucho de su familia», explica Milagros López. Advierte que en su casa no la usa nadie y que si lo hicieran, «les armaría un jaleo del demonio». Reconoce que lo de la pegatina fastidia mucho, porque la papeleta creada con anterioridad se caía o se tiraba de inmediato, muchas veces sin leerla. «La policía ve la tarjeta y se va, dice que no puede hacer nada», comenta Milagros López, quien lleva tres años denunciando este tipo de situaciones. «Empecé en Facebook subiendo una foto de coches aparcados en plazas de discapacitados y con el tiempo lo fui completando con más cosas en la página Aparcamiento de Minusválido.Buena acogidaDestaca la buena acogida que han tenido las pegatinas como demuestra el hecho de que sea mucha la gente que le pregunta dónde las puede conseguir para colocarlas.«En Gran Vía los vigilantes de seguridad las ponen en los coches, porque no encontraba para aparcar. En general, en los centros comerciales están todas las plazas ocupadas y luego no hay gente en silla de ruedas. Al ser los espacios más anchos, estacionan allí. También colocan la pegatina los de seguridad del campus», concluye.http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/2014/08/14/inician-campana-contra-fraude-aparcamientos-discapacitados/0003_201408V14C3991.htm
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