Revista En Femenino

Iniciando la alimentación complementaria

Por End0rfina
¡Ay, la alimentación complementaria! Menudos quebraderos de cabecera supone en algunas ocasiones. ¿Os preguntaís por qué? Porque existen tantas pautas de introducción de los alimentos, como pediatras, casi. Y es que para esto de la alimentación infantil nada es tan cierto como eso de "cada maestrillo tiene su librillo". Pero tranquilas, en realidad es mucho más fácil y sencillo de lo que parece. Mucho más.
Iniciando la alimentación complementaria
Como os comentaba en el post "¿hasta cuando mantener la lactancia materna exclusiva?" el alimento único de un bebé hasta los 6 meses debe ser la leche. Da igual si recibe leche materna o leche de fórmula. Antes de que me preguntéis, sé que desde los 4 meses algunos pediatras recomiendan la introducción de los cereales sin gluten, y a partir de los 5 meses, la fruta. En mi opinión, salvo casos puntuales y concretos, no se debe adelantar la alimentación complementaria. Tranquilas, hay tiempo de sobra.
En esto de la alimentación complementaria hay que tener una serie de ideas y premisas claras, que son las que nos orientarán en todo este proceso:
- primero: la alimentación se llama complementaria por algo. La leche sigue siendo el alimento principal del niño hasta el año de vida, lo demás solo la complementa y no la sustituye. Lo ideal es ofrecer primero la leche y después el resto de alimentos.
- Segundo: es necesario respetar el tiempo y los gustos del niño. Hay bebés que a los 6 meses devoran lo que pongan delante, y otros prácticamente no comen hasta los 8 o 9 meses. Hay bebés a los que les encanta la fruta pero no quieren ni oler la verdura, por ejemplo. Lo importante es no obligar a comer a un niño. Intentar que disfrute del momento de la comida, para que ese momento no se convierta en un calvario para padres e hijos, y para que el niño inicie una relación saludable con la comida.
- Tercero: no obsesionarse con las cantidades. No soy nada partidaria de recetas del tipo: 30 gramos de pollo + 20 gramos de patata + 20 gramos de judía... ¿Qué más da? Cada bebé es distinto y tiene necesidades energéticas y nutricionales diferentes. Recetas de este tipo sólo sirven para estresar a las mamás que ven, con amargura, como su bebé deja la mitad del puré (si no más) intacto en su plato. Volviendo al punto anterior, hay que respetar al bebé. Lo que a nosotros puede parecernos una cantidad adecuada, puede ser en realidad mucho en relación a sus necesidades reales. A veces no es verdad eso de "mi niño no me come" si no que en realidad es "mi niño no come como me gustaría a mí que comiera". Debemos escuchar sus señales de saciedad y apetito.
- Cuarto: los alimentos mejor introducirlos de uno en uno. La finalidad es comprobar la tolerancia a cada uno, verificando que le sienten bien y descartando así posibles alergias. Un margen de dos o tres días entre alimentos nuevos es lo más recomendable.
- Quinto: leed las etiquetas de los alimentos. Que sean productos destinados a bebés no quiere decir que sean saludables. Azúcares añadidos, grasas malas, múltiples aditivos, etc... son ingredientes que podemos encontrar en alimentos infantiles y que no son necesarios.
Iniciando la alimentación complementaria
A partir de los 6 meses, empiezan las incógnitas. ¿Con qué alimento empiezo? ¿Sigo el esquema clásico: primero cereales sin gluten, luego fruta y después verdura? Pues la respuesta es también bastante sencilla: da exactamente igual. Quizas algunas mamás os llevareis las manos a la cabeza. ¿Cómo va a dar igual? Pues la verdad es que sí. Pensad en un bebé español y un bebé japonés, por poner un ejemplo. Las costumbres socioculturales en cada país son bien distintas, y cada bebé empezará su alimentación complementaria en función de los alimentos que acostumbre a comer en su sociedad. Y no pasa nada.
Seguro que a la mayoría de vosotras os han dado un papel fotocopiado con un completo esquema temporal, mes a mes, del momento idóneo para introducir los distintos tipos de alimentos. Este calendario ya se ha quedado obsoleto y realmente podemos introducir la mayoría de los alimentos a partir de los 6 meses, con algunas excepciones que os explicaré más adelante. Lo realmente importante es realizar una introducción gradual de los alimentos.
Vale. Queréis empezar la alimentación complementaria. Por ejemplo, habéis elegido los cereales como primer alimento. ¿Cómo lo hacemos? Es muy sencillo.
Puede hacerse de la forma clásica, mediante cereales "de farmacia" y añadirlos a la leche del biberón o leche materna. En función de cuantas cucharadas añadamos, quedará más o menos espeso, y podremos darlo como un biberón tal cual o como una papilla.
Un ejemplo de introducción de los cereales puede ser añadiendo un par de cucharadas al biberón de la mañana y otras dos al de la noche, preparar una papilla de 3 o 4 cucharadas en una de las tomas del día y no darle más cereales en el resto del día... es muy variable, y dependerá de las preferencias de la madre (y del bebé).
¿Preferís algo sólido? Podéis darle tortitas de maíz sin sal, pan sin sal, arroz bien pasado... las opciones son tan amplias que darían para otro post.
En cuanto a la introducción de la fruta existen también muchas formas distintas. Puedes hacer un puré de frutas, o bien chafarle alguna con un tenedor y dárselo con la cuchara. Se puede comenzar con una papilla de manzana (fresca o compota), esperar un par de días y añadir una pera, después naranja... como os decía la idea es dejar un margen de días entre un alimento nuevo y otro para detectar alergias. Por otro lado puedes darle algún trozo entero para que el bebé lo vaya chupeteando y mordiendo.
Las verduras las puedes ofrecer en puré, mezclado con alguna proteína. Puedes poner en una olla agua con patata, puerro, judia, zanahoria, judias, calabacín... Lo que se te ocurra. Y un cachito de pollo, conejo, cordero, pavo, ternera... Las combinaciones son muchísimas. Una ves hervido se retira el exceso de agua, se añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y se tritura. De igual manera, no debes introducir todos los alimentos juntos de repente, si no ir añadiéndolos poco a poco. 
¿Mejor potitos comprados en el supermercado o farmacia, o los caseros? Sin duda mejor los caseros. Nada mejor que una comida recién hecha y con productos frescos que nosotras mismas hemos seleccionado. Los potitos es mejor dejarlos para momentos puntuales en que no estemos en casa.
¿Y que pasa con los alimentos más alergénicos? Como puede ser el huevo, el pescado, las legumbres... alimentos que se han pospuesto en el calendario de introducción de los alimentos incluso hasta más allá de los 12 meses. Pues bien, cada vez se tiende a introducirlos antes. Es decir, se ha visto que por tardar más en introducirlos, no hay evidencia de que haya menos incidencia de alergias alimentarias. A partir de los 6 meses puedes introducirlos sin problema.

¿Y el yogur? Todas las mamas preguntáis por el yogur. Para los bebés que ya toman leche los yogures no son imprescindibles, es mejor priorizar antes la introducción de otros grupos de alimentos, por lo que yo los pospondría a partir de los 9-12 meses. Nada de yogures especiales para "bebés", tienen azúcares y porquerias añadidas. Buscad en vuestros supermercados yogures naturales de toda la vida.

Los alimentos que debemos excluir en esta etapa son: - Aquellos susceptibles de producir un ahogamiento en un bebé: frutos secos, granos de uva enteros, cerezas, aceitunas... Cualquier cosa que pueda obstruir la vía área y nos pueda dar un susto. - Sal y alimentos salados. No es necesario salar los alimentos que prepares para tu bebé hasta el año de vida.- Pescados grandes como el pez espada, tiburón, Lucio, atún rojo, conservas de atún... por su contenido en mercurio y otros metales pesados.- cabezas del marisco y cuerpo de cangrejo o crustáceos similares a el, por su contenido en cadmio.- Espinacas, col y acelgas,y otras verduras de hoja verde, por su contenido en nitratos y riesgo de metahemoglobinemia.- Miel, por riesgo de botulismo. - Infusiones y otras bebidas sin valor nutritivo como el café, refrescos azucarados o edulcorados. - azúcar. Tampoco es necesario endulzar los alimentos con azúcar, evitando los alimentos que lo contengan en exceso. - Desnatados.
Existe una tendencia cada vez más presente en nuestra sociedad a introducir los alimentos en trozos directamente, sin triturar. Es el llamado Baby Led Weaning o alimentación / destete guiado por el bebé. Se trata de una forma de alimentar a un bebé sin usar papillas, purés o triturados. Es el bebé el que elige qué comer, llevándose el mismo los alimentos a la boca. Prometo un post aparte hablándoos de este tipo de alimentación.

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