Revista Remedios

Insomnio

Por Gabriel Giner @esaludcom

Hoy en día son muchas las personas a las que les cuesta conciliar adecuadamente el sueño. El estrés y las inquietudes de la vida diaria terminan provocando noches en vela que se repiten todas las semanas, afectando a los ciclos naturales del sueño y repercutiendo negativamente en la salud. En esos casos las personas suelen hablar de problemas de insomnio, sin embargo, no siempre se sabe definir con exactitud en qué consiste el insomnio.

Qué es el insomnio

Clínicamente, el insomnio es un trastorno del sueño que impide a la persona dormir con continuidad las ocho horas diarias recomendadas. En lugar de eso, uno duerme de forma entrecortada, tiene dificultad para conciliar el sueño y sus ciclos habituales de descanso se ven drásticamente modificados.

Es un problema más grave de lo que se piensa, ya que en muchos casos puede degenerar en trastornos más peligrosos, como por ejemplo la depresión, ansiedad o incluso sacar a la luz enfermedades cardíacas que todavía no se habían hecho patentes. Por ello, es necesario atajarlo cuanto antes.

Causas del insomnio

No hay un solo factor que provoque este desequilibrio en el descanso regular. Es algo que puede darse en diversos momentos de la vida de una persona, y por causas distintas. Sin embargo, las más comunes son las siguientes:

  • El insomnio provocado por problemas psicológicos. Trastornos de estrés, de ansiedad o de depresión pueden ser el detonante para que un individuo empiece a experimentar insomnio.
  • Una mala higiene del sueño. Hay costumbres que dificultan el correcto descanso. Por ejemplo: un consumo excesivo de cafeína o de alcohol pueden ralentizar el proceso de descanso. Otro motivo es la descompensación en los horarios del sueño. Por ejemplo, con siestas demasiado prolongadas.
  • Hay medicamentos que pueden provocar trastornos en el sueño. Suelen especificarlo en sus efectos secundarios.
  • Una rutina estable es la mejor manera de prevenir los problemas de descanso. Tener un trabajo con turnos de noche o una vida en la que se cambien los horarios cada poco tiempo pueden provocar insomnio.

Síntomas del insomnio

Síntomas del insomnio

Con los síntomas sucede parecido que con las causas: dependen de cada individuo. El motivo es que este trastorno suele acompañar a otras enfermedades, tanto físicas como mentales. Por tanto, los síntomas de ambas se combinan. Sin embargo, los más generales son los siguientes:

  • Dificultad para conciliar el sueño. Es decir: tardar como mínimo media hora en dormirse después de meterse en la cama.
  • El sueño es intermitente y no demasiado profundo.
  • El individuo se despierta con sensación de cansancio, provocada por las pocas horas de sueño y por la mala calidad del mismo.
  • La persona se despierta bastante temprano, incluso tras haberse acostado tarde. Y, además, es incapaz de volver a conciliar el sueño por muy cansada que esté.
  • Otra consecuencia es la falta de atención. No solo es el cuerpo el que descansa indebidamente, sino también el cerebro. Por eso, uno puede estar más distraído y bastante menos concentrado en sus tareas diarias.

¿Cómo se diagnostica?

Diagnosticar adecuadamente el insomnio es algo que solo un profesional de la salud puede hacer. Tanto psiquiatras como psicólogos o médicos pueden hacerlo. La forma dependerá de cada uno de ellos. Algunas posibilidades son una revisión médica general, así como psicológica, para ver si este trastorno viene acompañado por alguna otra enfermedad o problema.

Además, el médico puede pedir al paciente que anote en una libreta sus patrones del sueño durante dos o tres semanas, para evaluar las intermitencias y la constancia del descanso. También puede recomendar cambiar algunos patrones de conducta para ver los resultados que se obtienen.

Si la persona afectada tiene pareja o vive con más gente, el médico puede entrevistarlos para preguntar a un tercero por las conductas de sueño del paciente.

Tratamiento del insomnio

Tratamiento del insomnio

No existe una sola manera de tratarlo. Si, por ejemplo, es causado por una enfermedad o por un trastorno más grave, será ese problema el que haya que subsanar para recuperar la normalidad del sueño. En caso de que sea un trastorno independiente, hay dos medios por los que atacar este problema: o bien mediante el uso de los medicamentos, o bien a través de cambios en el estilo de vida de la persona.

Medidas farmacológicas

En este caso, lo más recomendable es que sea un psiquiatra quien dictamine el tipo de medicamentos que son necesarios para paliar la falta de sueño. Existe una amplia gama de medicamentos que ayudan a corregir esta carencia, por lo que lo importante es averiguar qué provoca el insomnio, para así saber cómo cortarlo de raíz.

Medidas generales

A veces el insomnio es una respuesta natural del organismo a una situación de estrés o de falta de bienestar físico. Por tanto, llevar un estilo de vida más saludable es también una buena manera de conciliar mejor el sueño.

  • Cenar dos horas y media antes de ir a dormir. De esta manera desaparece la sensación de pesadez y se duerme mejor.
  • Hacer algo de ejercicio a la semana. Esta es una forma de quemar el exceso de energía que uno tiene y que le impide dormir por las noches. Aparte de ser bueno para el bienestar general, también lo es para el descanso.
  • No tomar estimulantes a partir de las cuatro de la tarde. Olvidarse del café, del té y de los refrescos azucarados ayuda a que uno duerma más profundamente y que esté más cansado al meterse en la cama.

Cómo se puede evitar el insomnio

La mejor manera es aumentando la preocupación por la salud de uno mismo. El ejercicio, la dieta y los hábitos saludables del sueño son la mejor prevención que existe para no enfrentarse a este tipo de trastornos.

También es bueno llevar un horario establecido y claro, trasnochando lo menos posible y con cenas ligeras que no alteren los horarios naturales del sueño.

Conclusión

El insomnio es un trastorno bastante común. Dado que puede ser producido por una importante cantidad de causas, lo más recomendable siempre es que sea un profesional sanitario quien lo diagnostique.


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