A principios de los noventa, mucho después de la destrucción del muro de Berlín, todavía había más de 300.000 soldados soviéticos en Alemania del Este. En 1991, todavía había 4.200 tanques rusos, 690 aviones, 180 sistemas de cohetes y más de 200.000 empleados civiles y familiares de los oficiales rusos, entre ellos miles de niños.
Hasta la retirada final en 1994, los rusos ocuparon 777 cuarteles en más de 275 ubicaciones en el territorio de la República Democrática Alemana, sobre todo en el área de Brandenburgo. Con números así, no es de extrañar que la huella soviética en Alemania todavía persista. La huella se está desvaneciendo y desmoronando pero ahí sigue. Uno de estos curiosos edificios ahora abandonados es el hospital abandonado donde estuvo ingresado Hitler.
Un explorador berlines de lugares abandonados, Chris S , ha localizado y fotografiado muchos de estos cuarteles rusos y viejas bases militares abandonadas en su ahora reunificada Alemania, encontrándose particularmente fascinado por los murales soviéticos que un resisten el paso del tiempo y el abandono, en diversos grados de deterioro.
Una tabla de ejercicios pintada en las paredes del gimnasio.
Las bases militares soviéticas tenían unas instalaciones deportivas impresionantes.
El sol se eleva sobre el imperio soviético.
Mensaje en el memorial: "Siempre en guardia".
Los murales de las saunas son de lo más curioso.
Un joven sentando frente a una mujer ligera de ropa, quizá una referencia a un cuento ruso.
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