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James Bond recupera a sus villanos clásicos

Publicado el 19 noviembre 2013 por Lapalomitamecanica
Se termina la batalla legal sobre los derechos de SPECTRE, entre otros nombres propios de la saga
James Bond recupera a sus villanos clásicos
A poco que seáis seguidores de la saga Bond seguro que estáis al tanto del lío existente con el recuento de películas oficiales de la saga, principalmente por culpa de Nunca Digas Nunca Jamás, protagonizada por Sean Connery cuando Roger Moore llevaba una década siendo la cara visible de la franquicia. La película, lejos de merecer nuestro recuerdo por méritos propios, contaba con una historia de fondo bastante turbia y farragosa, con el escritor Ian Fleming involucrado en un robo de propiedad intelectual y las ganas de vengarse del guionista Kevin Mclory, la víctima del célebre autor. Según informa informa HixFix, exactamente 50 años después del inicio del conflicto, todos los involucrados han llegado a un acuerdo que permitirá a MGM utilizar a varios de los villanos más míticos de la saga en próximas entregas, como Ernst Stravo Blofeld o la organización SPECTRE.
La historia completa, tras el salto.
Allá por 1958, cuando aún ni se había estrenado el personaje en la pantalla grande con James Bond Contra el Doctor No (1962), el escritor Ian Fleming se encontraba trabajando con los guionistas Kevin McClory y Jack Whittingham en el desarrollo de una estrategia para adaptar la saga de novelas a una franquicia cinematográfica. En el proceso idearon una nueva historia para el personaje, cuyo guión se titulaba originalmente Longitude 78 West. Dos años después, Fleming publicó una novela basada en dicho material, Operación Trueno (Thunderball), en la que no hacía mención a sus compañeros. Lejos de quedarse ahí, cuando las primeras películas de Bond se convirtieron en un éxito, Fleming solicitó la ayuda del productor Ivar Bryce -de EON- para dejar fuera de la adaptación a los dos escritores. McClory se apresuró a interponer una demanda en 1963, logrando en cuestión de semanas la posesión de los derechos de la historia y sus personajes pero con la obligación de compartirlos con Fleming durante de 10 años, razón por la que Operación Trueno (1964) se convirtió en la cuarta aparición de Sean Connery en la saga.
James Bond recupera a sus villanos clásicos Frustrado por la decisión, McClory intentó por todos los medios desarrollar su propia adaptación de la historia, aunque MGM y la empresa Danjaq, propiedad de la familia Broccoli, no dudaron en invalidar sus esfuerzos con marañas legales consecutivas. 20 años más tarde, el guionista logró consumar su venganza con Nunca Digas Nunca Jamás (1983), marcándose en el camino un corte de mangas supremo con el fichaje de Sean Connery para dar vida por última vez al personaje, 16 años después de su segunda despedida en Diamantes Para la Eternidad (la primera fue tras Sólo se Vive Dos Veces, permitiendo que George Lazenby se llevará el mérito en Al Servicio de Su Majestad, uno de los mejores títulos de la saga). 
Las demandas y contestaciones con motivo de los derechos sobre los personajes secundarios de la historia, como la icónica organización SPECTRE y su líder Ernst Stravo Blofeld, perduraron hasta el fallecimiento de McClory en 2006, lo que ha posibilitado a MGM y Danjaq una negociación con sus herederos que se ha tornado finalmente fructífera. De esta forma, las futuras películas de la saga podrán contar con su galería de villanos al completo, lo que le dará la oportunidad a Sam Mendes para incrementar aún más el tono nostálgico del que hacía gala Skyfall en sus mejores momentos para la inminente Bond 25, prevista para noviembre de 2015.
Sin duda, se trata de una noticia crucial para los fans de la firma.
James Bond recupera a sus villanos clásicos

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