Japoneses si, pero no idiotas

Aunque la U.E. sigue siendo un desbarajuste, al menos las cosas, aunque muy lentamente, van aclarándose. De momento, y a pesar de la oposición del Premier Británico, el Presidente de la Comisión Europea va a ser Jean-Claude Juncker, y aunque no lo haya sido por votación del Parlamento Europeo al menos la designación ha recaído en el líder del grupo más votado de la Eurocámara.  La verdad es que el personaje de J.C. Juncker no me gusta nada, básicamente por su decisiva e importante participación en el 2009, desde la presidencia del Eurogrupo, en el diseño de las que hace mucho tiempo que califico como medidas estúpidas, cuya rigidez e inmovilismo ha defendido siempre, la última vez precisamente en el debate con los líderes  de los otros grupos de la Eurocámara unos días antes de las elecciones europeas.

Uno de los más graves defectos que, en mi opinión, tiene la U.E. es que se toman muchas más decisiones por mercadeo político que por votación, y muchísimas menos en votaciones basadas, directa o indirectamente, en el sufragio universal. El sistema actual de gestión y toma de decisiones en la U.E. es equivalente al de un país donde el gobierno pudiese pasar olímpicamente de las decisiones del Parlamento. Tal como ha ocurrido a consecuencia de las últimas elecciones europeas el esquema va mejorando, pero a un ritmo exasperantemente lento.

Otra noticia esperanzadora de los últimos días es que parece que el duro frente que mantiene invariables unas medidas que después de habernos llevado al fin de la crisis por el camino más duro y doloroso posible están eternizando el proceso de recuperación, se podría estar rompiendo, incluso por parte de la Führer Merkel, gracias a la presión francesa y del Primer Ministro italiano Renzi, y también, por supuesto, por el resultado de las elecciones europeas.

En una nota publicada el 21 de Junio pasado, demostré numéricamente que las medidas económicas de la U.E. son absurdas y estúpidas, pero también se puede demostrar lo mismo por comparación con quien ha hecho lo contrario que la Unión Estúpida.

Durante el último fin de semana varios periódicos se han referido al éxito de las medidas económicas que en Enero 2013 puso en marcha en Japón el entonces recién elegido Primer Ministro, el nacionalista Shinzo Abe. Después de 20 años de recesión y estancamiento, en 15 de ellos siguiendo obedientemente las recomendaciones del FMI, es decir manteniendo las mismas medidas estúpidas que padecemos nosotros, el Sr. Abe mandó las estupideces tipo U.E., Merkel o FMI a paseo e inició un plan económico basado en el crecimiento, que suponía una inversión de unos 100.000 millones de Euros, aproximadamente la mitad financiados con Deuda (Bonos) y la devaluación del Yen, con el objetivo de aumentar el PIB un 2% y crear 600.000 nuevos puestos de trabajo en tres años. Cuando lleva un año y medio de vigencia el plan ha sobrepasado ya ampliamente ambos objetivos, reflejándose en el índice de la Bolsa de Tokio que ha aumentado en un 70%, el empleo ha aumentado en más de un millón de puestos de trabajo a pesar de haberse producido una ligera subida de salarios, el aumento del PIB ya ha sobrepasado el 4%, el doble del objetivo marcado, cuando solo ha transcurrido la mitad de los tres años del plan. Pero hay más, el único nubarrón del plan de Shinzo Abe era que, al igual que nos está ocurriendo en Europa, precisamente las medidas estúpidas habían hecho aumentar la Deuda Pública, para compensar la caída de los ingresos del Estado, hasta niveles desorbitados que con el plan de Shinzo Abe aumentaban todavía más en cerca de 45.000 millones de Euros, pero precisamente la mayor actividad económica ha hecho aumentar los ingresos del Estado nipón y en el año y medio que dura el plan la Deuda Pública nipona se ha rebajado por primera vez en más de una década. Es decir, mientras Rajoy y Merkel, desde aproximadamente Marzo 2013 están diciendo que nuestra economía se está recuperando sin que nosotros lo veamos en parte alguna, la del Japón se recupera de verdad después de mandar a paseo (por no decir a algo peor) las medidas estúpidas que nosotros todavía hemos de soportar.

Aprovechando que justo cuando el gobierno japonés anunció el plan se estaba celebrando el Foro Económico de Davos, en dicho foro Merkel y su Ministro de Economía Schauble criticaron durísimamente las medidas japonesas, tachando a Abe de loco e irresponsable. Como que estaba seguro que el plan japonés tendría éxito, demostrando que Merkel, Schauble, y los grandes funcionarios de la U.E. como Juncker, que cumplen sus ordenes, simplemente son idiotas, y que todavía somos más idiotas los que seguimos sus instrucciones sin chistar, guardé alguna de las crónicas de los periódicos que se referían a las estupideces que soltaron Merkel y Schauble, llevados de su prepotencia, y os adjunto una de ellas de Andy Robinson, publicada en La Vanguardia el 25 de Enero 2013. Los que opináis lo mismo que yo sobre Merkel y cia. leedla porque, después del éxito del plan japonés, no hay mejor demostración de que estamos en lo cierto.

Aunque ya lo he mencionado varias veces voy a repetir que en ningún caso estoy criticando las medidas de austeridad o las reformas que mejoran nuestra eficiencia y competitividad, que no solo no critico sino que soy partidario convencido de ellas, y opino además que si hemos pasado una crisis tan dura es en parte por habernos olvidado de los principios de austeridad, control y eficacia durante demasiado tiempo, pero en ningún caso estos principios son incompatibles con medidas de política económica que eviten la recesión y no asfixien el crecimiento, recesión que las medidas estúpidas no solo provocan, sino que empeoran más todavía porque se dedican mucho más a recortar servicios públicos que a mejorar la eficiencia y competitividad del sistema. De hecho, en mi opinión su verdadero objetivo son los recortes, usando los objetivos de eficiencia y competitividad como excusa.

Ya sé que lo que voy a decir es una elucubración, pero estoy convencido de que es cierto. Alemania llevó a cabo sus reformas desde mediados los años 90 hasta el 2005-2006. Lo hizo porque los costes de la reunificación se desbocaron lo que desequilibró tanto sus presupuestos como su Deuda Pública. Las reformas fueron aplicadas durante más de 10 años y en una situación general económica tanto de Europa como del mundo claramente expansiva. Pero a pesar del entorno expansivo, muy alejado de algo ni tan solo ligeramente parecido a una crisis como la actual, y del largo periodo de tiempo que duró su aplicación, está claro que para la ciudadanía alemana supusieron un montón de duros sacrificios mientras el resto de Europa estaba de fiesta económica. En mi opinión la causa que está en la base de las medidas estúpidas y de la obsesión enferma en mantenerlas, es que Führer Merkel y cia. se metieron a los votantes alemanes en el bolsillo diciéndoles, aunque fuese de manera subliminal, que aquellos del sur que se lo habían estado pasando tan bien mientras ellos soportaban condiciones duras, ahora iban a pagarlo pasando por lo mismo por lo que había pasado el pueblo alemán, y así nos lo impusieron, sin preocuparse en absoluto por evitar la recesión y no perjudicar el crecimiento porque a ellos no les iba a afectar demasiado, y en condiciones de entorno y tiempo muchísimo peores que las suyas, que, al menos hasta hoy, no han variado a pesar de la inmensa evidencia del estrepitoso fracaso de las medidas. Adenauer habría vomitado solo de pensarlo.

Por cierto, solo a mentes enfermas y malintencionadas se les ocurriría relacionarlo con las últimas elecciones europeas, pero Rajoy plantea, sin concretar nada como siempre, la regeneración de la política, después de haberlos aumentado de manera tramposa la semana pasada, ahora propone reducir el número de aforados y la elección directa de los alcaldes, y Duran Lleida propone una especie de Podemos de centro, del que probablemente piensa que él sería su líder ideal. ¡Ja, Ja, Ja, Ja, Ja, Ja, Ja!, ya lo decía Asterix, ¡¡Están locos estos romanos!!.

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