La idea de este jardín surge cuando se derriba un edificio en la confluencia de las dos calles antes mencionadas. Este derribo dejó al descubierto una pared medianera, que afeaba especialmente la vista de este espacio emblemático en Barcelona.
En la remodelación del muro surgió la posibilidad de crear un jardín vertical, que proporcionaría un pulmón que filtrara el aire en esta zona, algo muy necesario en el centro de la ciudad.
El Jardín vertical Tarradellas tiene un tamaño de 250 metros cuadrados, donde se dan cita diversas especies de animales y vegetales fruto de la recuperación del espacio.
Los autores del proyecto fueron Capella García Arquitectura, aunque contrariamente a lo que podría parecer, en su web no mencionan nada del proyecto, lo cual resulta un poco frustrante.
De la construcción del jardín vertical Tarradellas, podemos saber que está construido con una estructura metálica que hace de esqueleto, y que está compuesta de varios balcones donde se alojan las plantas.
Las plantas están organizadas para que el jardín tenga interés durante todas las épocas del año, y también para favorecer la biodiversidad de las especies animales que se suponen se sentirán atraídas por el jardín.
El jardín es accesible desde el interior, para que el mantenimiento de las plantas sea viable, aunque algunos trabajos son realizados con plataformas elevadas desde el exterior.
El riego y el abono líquido están totalmente automatizados y es puesto en marcha por control remoto con un móvil. Las jardineras están diseñadas para que el agua sobrante, caiga sobre la inmediatamente inferior.
Como muchos de los jardines que hemos visto en este blog, si vas por Barcelona, merece la pena ser visitado.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
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