Revista Opinión

Jeremy Corbyn: La traición consumada

Publicado el 28 marzo 2016 por Liberal

Dicen que es de mala educación meterse en los asuntos internos de países ajenos, pero nosotros los progresistas somos internacionalistas y nuestra patria es patria de todos. Una cosa es defender la cultura y origen/étnia local de cada uno, otra es no comentar nada de lo que pasa en el planeta. Hoy hablaremos sobre el líder “laborista” británico, Jeremy Corbyn.

Corbyn lleva medio año en su cargo y ya no queda NADA de su programa electoral para liderar el Partido Laborista británico. Ganó la campaña para liderar su partido apelando a la gran oposición popular contra la guerra y el austericidio impuesto por los intereses de la élite económica financiera que gobierna nuestros países, ganando el 60% del voto y destrozando a los otros tres candidatos vinculados a los miembros derechistas del Partido Laborista — o sea, Tony Blair y Gordon Brown.

El ejemplo más llamativo de los últimos días es el abandono por parte de Corbyn de TODAS sus promesas en campaña cuando su aliado político más cercano, el ministro de economía en oposición John McDonnell PROMETIENDO, SÍ, LEE DE NUEVO: PROMETIENDO austeridad. Las declaraciones de McDonnell hace unos días tenían más que ver con los dictados y filosofía de Margaret Thatcher que incluso los laboristas más conservadores de los años 50 y aquél reformismo. El 11 de marzo, McDonnell aseguró a la clase dirigente de élite en su país que no deben preocuparse de su partido porque seguirán imponiendo austericidio. Para quitar cualquier duda de que el Partido Laborista de Corbyn sigue siendo el mismo partido ultracapitalista de siempre, el ministro prometió que operarán dentro de una “norma de credibilidad fiscal” y comprometerse con “reducir el déficit dentro de 5 años”. Sí sí, LEED.

Sus declaraciones sobre la política económica están en armonía con una cadena de pasos regresivos por parte de Corbyn contra sus promesas electorales, en el nombre de la “unidad del partido” que simplemente significa arrodillarse ante la derechona de su partido en todas las cuestiones fundamentales. Poco después de su elección como líder, Corbyn ya inició la marcha para dirigir su partido hacia la derecha. Casi todo su gabinete está compuesto de los que aprobaron el sí a la Guerra de Blair, incluyendo Hilary Benn (hijo del famoso y clásico socialista caballero Tony Benn) como ministro de relaciones exteriores.

Durante la conferencia laborista anual, Corbyn acordó no tener un debate sobre el sistema de misiles nucleares en Inglatrra, después de que los tres sindicatos más importantes británicos dijeron que están en contra de eliminar el sistema TRIDENT. También al final optó por descartar por completo otra de sus promesas claves: renacionalizar la electricidad y otros bienes de utilidad pública como el agua o el gas, que fueron privatizados por la revolución de Thatcher.

Su respuesta a los atentados terroristas del 13 de noviembre en París fue cancelar un discurso que tenía previsto para el día siguiente criticando la política exterior del Reino Unido como un sistema de guerra perpetua. Los ataques terroristas de París fueron utilizados descaradamente por la derecha inglesa para intervenir en Siria con fuerzas militares. Justamente antes del voto el día 2 de diciembre, Corbyn sabía que el 75% de los laboristas afiliados estaban EN CONTRA de ataques aereos contra los sirios. A pesar de este gran apoyo contra la guerra, Corbyn AUTORIZÓ UN VOTO LIBRE por parte de sus ministros…es decir, que si votaban SÍ a la guerra, no serían castigados. Lo hizo sabiendo que una grandísima mayoría de ministros apoyarían a la derecha para bombardear a Siria. Como decía una famosa canción del grupo británico “Tears for Fears” en su canción “Shout” — “en tiempos violentos, no tendrias por qué vender tu alma”.

Ese mismo mes, Corbyn y su aliado de finanzas McDonnell enviaron una carta a los consejos locales laboristas advirtiéndoles a cumplir la ley e imponer recortes de austeridad exigidos por el gobierno conservador de Cameron. Tan solo bastaron dos semanas en el poder para que Corbyn abandonara su oposición (de toda la vida), basado en un programa electoral de nacionalismo económico y contra la Unión Europeda. Ahora quiere que los laboristas opten por votar SÍ a la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio.

Ante un panorama en el cual el Partido Conservador está casi destrozado por conflictos internos y una mayoría parlamentaria muy escasa en estos tiempos, Corbyn quiere que su partido sea fiable para ser los guardianes de los intereses de la burguesía británica en caso de unas elecciones generales. Ellos solo buscan mantener el orden social mientras que apoyan políticas contra la clase obrera exigida por la élite financiera, dentro del lenguaje falso que ya todos conocemos: “sacrificio social por la patria”.

Yo veo un paralelo siniestro entre la cobardía y traición de Corbyn y el gobierno de SYRIZA en Grecia, que poco después de ganar con un gran impulso popular, abandonó TODO lo que prometió para imponer un paquete de medidas europeas más salvaje aun que los conservadores. Estos dos personajes
juegan papeles idénticos. Los dos son instrumentos de la clase dirigente-financiera, tus amos, para canalizar el descontento social y reconducirlo hacia canales inofensivos y nada peligrosos. Ya vemos que hay una pseudo-izquierda – totalmente enemistada con los intereses de la clase trabajadora.

La función de todos estos partidos supuestamente “de izquierdas” es impedir que surja un movimiento político popular independiente de la clase obrera favorable al socialismo.

Ya lo he dicho aquí muchísimas veces y una vez más mis palabras se han comprobado como ciertas, por desgracia: “Ante todo, la amarga experiencia en Grecia demuestra que es imposible defender cualquier cosa vital: trabajos, salarios, servicios sociales imprescindibles, sin romper de una vez por todas la atadura de la oligarquía neo-financiera sobre toda la vida sociopolítica. Exige el levantamiento popular de todos de la clase obrera contra las grandes empresas y los bancos o los gobiernos que protegen dichos bancos, como ya hace descaradamente el gobierno griego, aún cuando eso significa destrozar un país por completo y lanzando a millones de personas a la miseria y a un estado de dignidad abyecto.

Solo cabe una opción viable señores: La construcción de partidos realmente SOCIALISTAS, PROGRESISTAS, INTERNACIONALISTAS, DE IZQUIERDAS, LIBERALES Y DEMOCRÁTICOS y, ¿por qué no decirlo? Una CUARTA internacional mundial para armar a los pueblos contra este sistema y que desarrollen programas revolucionarios e igualitarios. Esto va mano a mano con la lucha por destapar y derrotar a la pseudo-izquierda hipócrita, falsa y enemiga que representan los payasos como Tsipras, Corbyn o Pablo Iglesias en España.

Esto solo va a ser posible cuando la propia población despierte y se harte de este sistema tan miserable y podrido.


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