Revista Cine

Jessie Ware y Frank Ocean, dos nuevos músicos

Publicado el 17 septiembre 2012 por El Ninho Naranja @NinhoNaranja

Poco o nada sé de estos dos artistas, disfrutar de música a través de la red tiene esa condición. Ni idea de como es un artista hasta que algo suscita algún  interés. Frank Ocean me parecía, por la escueta y minimalista portada de ‘Channel orange’, prácticamente uno de esos músicos anónimos que componen y graban en el dormitorio de su casa. La portada del disco de Jessie Ware ni siquiera me dejaba muy claro si se trataba de una de esas divas neo-soul, con ese moño alto que me recordaba a partes iguales a Erykah Badu y a la cantante de los requeteolvidados M-People. Pero ni siquiera es negra.

Frank Ocean promete un disco soul tremendo

Hablamos de dos discos completamente diferentes pero a los que el destino quiso unir en mis búsquedas de nuevas sensaciones.

Jessie Ware: atractiva inglesa con aspecto glamouroso, como una especie de réplica british al fake-nómeno Lana del Rey: esa especie de balada tecnificada con aires algo trascendentes, aunque algo más aterciopelada de voz (digamos que parece que Lana del Rey fume y Jessie Ware no), con producción efectista de alta tecnificación. Lo cual no impide que todo en su conjunto acabe pareciendo muy oído, no sé si como consecuencia de que las composiciones suenan planas, forzadas, diseñadas a la medida de parecer hímnicas, pero con la intención de ofrecer algo para todos: no sólo Lana del Rey.

Ciertos números se aventuran por terrenos ya familiares, Sade o algunas estrellas soul como Kelis o la misma Badu. Otros pisan ciénagas desaconsejables: Madonna, Beyoncé. Dios, si a base de tratamientos (no hay auto-tunes, al menos eso) algunas canciones parecen remitir a Enya. Todo tan aterciopelado, tan objetivamente plagado de ganchos que uno no puede evitar pensar en un diseño de carrera, en la ciega búsqueda de encontrar nuevas voces, nuevas caras, en ejecutivos de marketing o agentes cazatalentos con amenazas de despido siendo blandidas contra ellos. Un caramelo que dura hasta que te dan otro.

Lo de Frank Ocean es otro mundo: se trata de un tipo de color con cierto parecido con el pesado de Kanye West, pero donde West parece un narcisista pagado de sí mismo obsesionado con las ventas y con los relojes de diamantes, Ocean demuestra que su principal obsesión es la buena música, el sonido, la textura. Porque ‘Channel orange’ es un disco conceptual, con interludios que son casi jingles de radio, casi intros de presentación como los de los primeros discos de De La Soul. Y con una magnífica secuencia: uno visita primero (Thinking about you) homenajes en falsete a los discos sexuales del primer Prince, luego se da un garbeo (Sierra Leone) por la discografía concienciada de Marvin Gaye era 70′s, todo ello sin renunciar a un sonido actual y una producción suntuosa. Si son sampler, no los reconozco, si son máquinas, coño, qué orgánicas suenan.

Después, como si lo relatado no fuera ya suficiente para hacer de este inspiradísimo disco una maravilla, la próxima parada es el Stevie Wonder de la época de ‘Songs in the key of life’: Sweetlife, con punteo de guitarra y Fender Rhodes. Es en ese momento donde Ocean suelta amarras, las influencias en Super Rich Kids ya no son detectables y resulta que andamos por la cuarta maravilla del disco. Un ritmo marcial, unos vientos sutiles, un cierto tono de gospel: Ocean muestra ya su talento en estado puro, sin transparentar influencias.

Melodía conducida por voz, impecable flow. Irresistible. No auto-tunes, nada de la molesta presencia del estrellato del hip-hop que rellena discos y discos de ligereza, misoginia e intrascendencia. ‘Channel orange’ es un disco de soul, de música de color, un auténtico festival de estilos y sonidos, una celebración de primer rango que no sólo hace palidecer lo que parecen, como el disco de Jessie Ware, maniobras para encontrar a la nueva AmyWinehouse. También hace enrojecer a artistas que solo saben tirar de sampler y de videos con modelos culonas. Aprended del auténtico talento: un 10 sin contemplaciones.


Volver a la Portada de Logo Paperblog