Revista Cine

John Hinckley, Jodie Foster, Taxi Driver y el atentado a Ronald Reagan

Publicado el 02 abril 2011 por Angel Esteban

Cine, realidad y fantasía.

Para algunos es difícil discernir entre fantasía y realidad, tal vez porque la fantasía suele presentarse con tal magia que logra aparentar ser verdadera, así como cuando el cine presenta una buena cinta cinematográfica inspirando a muchos a imitar los personajes. John Hinckley Jr, como cualquier otro, se convirtió en un gran aficionado al cine gracias a la sensualidad de dos bellas mujeres que por aquel 1976 protagonizaban la película de moda: Jodie Foster y Cybill Shepperd. 15 veces asistió John al cinema, ¡15! una y otra vez para ver su película favorita. Sin embargo no era ninguna de las futuras estrellas de Hollywood el personaje central sino el taxista Travis Bickle, un solitario veterano de guerra quien desarrolla una obsesión primeramente por Betsy (Cybill Shepperd) una voluntaria y activista política quien trabajaba en la campaña presidencial de un Senador. Todo dentro de la trama escrita por Paul Schrader y dirigida por Martin Scorcesse en Taxi Driver. Becky termina rechanzando a Travis cuando éste la invita a ver una película pornográfica y a partir de allí cambia su obsesión primero adquiriendo armas para asesinar al Senador y luego enfocándola hacia Iris una prostituta de 12 años estelarmente interpretada por una adolescente Jodie Foster, a quien intenta convencer de dejar el mundo de la prostitución.

La identificación de John Hinckley, también un solitario, con Travis Bickle es tal que por años se dedicó a acosar y perseguir a Jodie Foster para tratar de “rescatarla” de la prostitución, y de quien se confesaba estar enamorado. A tal extremo que llegó a inscribirse en la Universidad de Yale en la cual la actriz estudiaba, para lograr llamarla por teléfono y escribirle expresándole su amor.  Como quiera que Foster no accedía a sus demandas y siguiendo a Travis Brickle decide adquirir un arma y atentar contra Jimmy Carter, para así lograr notoriedad y llamar su atención; siendo arrestando en el aeropuerto al tratar de abordar el avión portando un arma, es luego liberado después de pagar una multa, para luego enfilar sus planes de notoriedad hacia el nuevo presidente Ronald Reagan.

La interpretación de Robert de Niro como Travis Bickle le valió ser nominado al Oscar como mejor actor y la primera nominación a Foster. Interesante como podría sonar, Ronald Reagan, actor también, protagonizó una vez un film llamado Code of the Secret Service, en el cual su role era el de un agente del servicio secreto (el servicio secreto es la guardia personal del presidente americano) impresionando a un muchacho y espectador en la sala de cine llamado Jerry Parr, al tal grado que inspirado por Reagan, decidió unirse al Servicio Secreto.

El 30 de marzo de 1981, 69 días después de juramentado en el cargo, el presidente Ronald Reagan fue abaleado por John Hinckley Jr. a las afueras del Washington Hilton, tres otras personas también fueron heridas. La bala alojada en el pulmón no logro asesinar al presidente, eso gracias a la acción de su guardaespaldas ¡Jerry Parr! quien lo empujó de prisa en la limosina y lo condujo al hospital más cercano. Las primeras palabras de Hinckley luego de arrestado fue saber si la ceremonia de los Oscar que se entregarían esa noche fue cancelada y saber si su nombre estaba en toda la prensa. Hinckley sufría de de erotomanía (ilusión vana o creencia de que alguien famoso está enamorado de él) y fue declarado inocente gracias a su defensa basada en su incapacidad mental aunque fue internado en un hospital siquiátrico de por vida.

En 1981 John Hinckley Jr. declaró a Newsweek: “La línea divisoria entre la vida y el arte puede ser invisible. Después de ver muchas películas hipnotizadoras  y leer muchos libros mágicos, una vida fantástica se desarrolla la cual puede ser inofensiva o muy peligrosa”.

 


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