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John Katzenbach: La sombra

Publicado el 14 abril 2011 por Francisco Ortiz
John Katzenbach: La sombra
No acostumbro a leer libros considerados best sellers. Desde muy joven, he huido de lo que ya antes se ha sancionado como del gusto general. Aunque escribo en este blog de novela negra, quienes me conocen saben que mi labor no es la del divulgador de lo conocido y celebrado, sino otra muy diferente, cercana a la del rastreador, a la del reivindicador. Me he formado leyendo a autores que nada tienen que ver con la novela negra y el best seller y que en algunos casos han tenido muchos lectores incluso contra sus propios propósitos iniciales. Valga este preámbulo -algo disculpatorio, perdonadme- para decir que compré hace poco este libro y empecé a leerlo sabiendo que era un best seller. Me atrajo saber que el punto de partida era este: un anciano ex policía va a suicidarse cuando una vecina toca a la puerta de su apartamento y empieza a involucrarle en su vida y sus miedos.
Estos miedos los origina una sombra venida del pasado: un judío colaborador de los nazis que se dedicaba a delatar a otros judíos para que los nazis los encontraran y los mataran. Ha sobrevivido a los cambios y vaivenes de la historia y vive escondido en Miami. La vecina de Simon Winter, el viejo policía retirado, le dice que lo ha visto y teme que venga a matarla. Y así ocurre: la anciana pronto aparece muerta. Winter aparca la idea del suicidio y se empeña en buscar al asesino. A partir de aquí, la novela alterna lo esperable con algunas brillantes ideas y un desarrollo en el que lo importante no es tanto lo que ocurre como por qué ocurre, qué piensan los personajes, qué los motiva para mirar al pasado y al futuro. Katzenbach es un autor al que le interesa la indagación psicológica, que narra siempre desde el interior de los personajes, que los crea ricos de detalles y de vida mostrada certeramente mediante sus pensamientos en marcha, en acción, dentro de la acción. La historia no tiene paradas, no se atreve a aburrirnos nunca, y avanza implacable hacia las escenas que todos esperamos y también deseamos: el develamiento, el enfrentamiento cara a cara con el mal. Son emociones primarias, sencillas, y Katzenbach nunca miente, nunca manipula, nunca muestra y oculta después, nunca crea falsas expectativas ni maneja los materiales alterando la verosimilitud. Si el hilo argumental defrauda en algún momento no será porque haya más ruido que nueces, puedo asegurarlo.
"La sombra" vuelve a hablarnos de los nazis, insiste en que no olvidemos el holocausto, nos muestra a ancianos supervivientes y a policías quizá demasiado íntegros, se mueve a ratos en los escenarios propios de las grandes superproducciones hollywoodienses -con historia de amor incluida entre policía fuerte y abnegado y fiscal joven y eficiente-, pero es honesta en todo momento y nos deja una destacable caracterización de los personajes y un atinado trabajo psicológico que se echa de menos en gran parte de las novelas negras actuales, demasiado tarantinizadas y agarradas al estribillo y a la melodía, como clones de viejos éxitos que por mucho que se esfuercen nunca parecerán nuevos a los ojos veteranos e informados.

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