Revista Bares y Restaurantes

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”

Por Cultibar

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”Dos horas son suficientes para que este manresano de sonrisa pícara y verbo fácil se te meta en el bolsillo. En ese tiempo, ha saludado a propios y extraños, se ha preocupado por la pareja de clientes que andaba perdida por el restaurante, se ha hecho servir un gintonic y ha repasado con liderazgo su vida presente y futura. Al acabar, sin eludir preguntas, se ha disculpado para volver al "servicio". Los clientes esperan y el chef debe estar "al pie del cañón, como cada noche".

En medio, la presentación de su segundo libro (El cocinero Tenaz), en el que Jordi Cruz (Manresa, 29 de junio de 1978) muestra y demuestra qué se esconde tras su éxito. Tenacidad, personalidad y confianza son palabras que se repiten también en una charla en la que incidimos para saber cómo es, qué se esconde en esa cabeza amueblada de un chaval de 37 años. Presionamos y conseguimos que las palabras testosterona o sexismo también aparezcan. Una conversación cordial que habla.

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”
"Tú serás cocinero"

C.- Una actitud y una devoción que descubrió pronto en casa.
J. C.- Qué bonito es descubrir pronto el oficio al que te dedicarás y así poder volcarte. Lo mío fue de pequeño. Con 7 años, mi madre me hizo cocinar unas judías y cuando las acabé me dijo: Tú serás cocinero. Yo no lo tenía claro. Fue ella. Y a las 14 ya estaba en el Estany Clar (restaurante de Cercs, Barcelona).
Por eso, y aprovecho, ya no por descubrir vocaciones, sino por nutrición, a los niños no se les tiene que sobre proteger y alejarlos de la cocina. Cocinar es una acto de vida y ellos lo deben aprender desde pequeños. Así, aprenderán a comer bien, y a hacerse la comida ellos mismos. Hasta Masterchef Junior, debía haber un 99% de los niños de menos de 9 años que no habían cogido un cuchillo o que no sabían qué era cocinar. Y no me vale el miedo de los padres porque el niño se pueda cortar con el cuchillo. En la vida, el niño se podrá hacer daño de mil maneras que no controlarás. Aquí, al menos, está contigo y lo podrás ver.

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”
Tengo las testosterona hasta aquí...

C.- No obstante, parte del sector gastronómico no se ha pronunciado a favor de este tipo de programas...
J. C.- Es su problema. A mí me parece que Masterchef es un programa muy limpio por más que se diga. Porque la cosa más gorda que le he dicho a un aspirante es "esto es una marranada", y fue el momento de " león come gamba". No le insulté; critiqué el plato, y creo que siempre lo hacemos así. Además, nuestra intención no es hacer un show, nuestra intención es divulgar cocina de una manera entretenida.

Además, cuando empezamos a hacerlo, Pepe y yo llamábamos a los cocineros para que vinieran a participar y no querían porque les recordaba al programa "Esta cocina es un infierno", que ese sí que fue llevar la alta cocina a un reality, y a nadie nos gustó. El primer año no quiso venir nadie. Este año, me han llamado cabreados: "¡Llévame al programa!". Y quien llama no tiene ni una ni dos estrellas, tiene tres. Y todo porque ven que es un programa limpio y que el invitado que viene no quedan mal. Además, esa semana le suben las reservas un 30%. Los malos, como mucho, somos nosotros, el jurado.

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”
Soy más empresario que cocinero de la televisión

De habla amena, sigue sorprendiendo que la madurez que transmite sea la de un hombre de 37 años. "Por eso ha escrito este libro- comenta el editor-. donde demuestra con palabras el porqué de esa cabeza asentada, y de la pasión y la gestión de su oficio". Seguimos por ahí.

Jordi Cruz.- “Cuando me den la tercera Estrella se me quitarán las ganas de cocinar”
Aquí "som més tristots"

C.- ¿Así que no nos podrá recomendar ningún bar o restaurante de la ciudad?
J. C.- Imposible, no salgo de aquí. Mira, este año sólo he comido en El Celler de Can Roca; en el restauranta de Eneko, en Bilbao (Eneko Atxa, restaurante Azurmendi), y en Nerua, también en la capital vizcaína.

C.- Siga con Madrid...
J. C.- Madrid tiene cosas buenas y malas. Esta cultura y vida social que a mí me encanta está muy bien pero, por contrapartida, no hay restaurantes serios. Hay ejemplos claros como Diverxo o Punto MX, pero lo normal de Madrid es que un empresario inteligente abra un restaurante -de gastronomía media "bonita"-, lo ponga de moda, esté un año o dos a tope y, cuando empieza a bajar, se lo venda. Aquí no. Aquí se monta un restaurante con vocación de tenerlo abierto 20 años.
En Madrid les gusta ir al sitio de moda, donde saben que comerán bien y al que deben ir en ese momento. Aquí funcionamos diferente. Cuando sales fuera, lo primero que preguntas es ¿qué queremos comer? ¿cocina tradicional? Pues Gaig, Set Portes... ¿Más moderno? Tal. En Madrid, no. ¿Dónde vamos a comer? A Ten con Ten, por favor!!!, afirman. Es diferente.


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