Jordi Skywalker, energía desde la sierra

Jordi Skywalker en el Café Teatro. Foto: Ana Isabel M. Cordobés

Una naranja, una guitarra, “buenrrolismo”, energía, compenetración y mucho, mucho color. Probablemente estas palabras sueltas no digan nada, pero si lo relacionamos con el concierto que dio anoche Jordi Skywalker en el Café Teatro la cosa cambia. Y un público con ganas de más temas al finalizar el concierto es el que asistió a su espectáculo.

Comenzó su concierto con unas palabras dirigidas al público y también en agradecimiento a los encargados de la sala, todo esto, acompañándose de una naranja, su cena. Se sentía como en casa y así lo hizo ver. Empezó aclarando que la gran mayoría de los temas que tocaría esa noche serían temas nuevos de un posible nuevo disco pero que se está fraguando y no tiene aún fecha fija.

En los temas nuevos, todos disfrutaron de un sonido positivo, enérgico y por supuesto acompañado de Isa, que hacía los coros y se encargaba a la vez de la percusión. Cada canción iba precedida de una reflexión de su vida privada o frases de la historia de la música. Así, en una de ellas destacó la inutilidad de la enseñanza en el instituto que recibe su hijo con: “mi hijo me dice: papá, esto que estudio en el instituto no me va a servir para nada.”

Tampoco faltaron sus temas en francés, parte de la influencia que adquirió en el tiempo que se tomó tras dejar Buenas Noches Rose, y en el que viajó por parte de Europa. Estos temas en francés, incluidos en su trabajo Corazón de Padre Atómico, destacando una parte psicodélica, que muchos quieren relacionar con influencias de Pink Floyd.

En sus temas no estuvo solo. Además de Isa, otro gran conocido del panorama musical español, Javier Vielba no dudó en subir con Skywalker a tocar con él algunos de sus temas más conocidos. Y consiguió que sus canciones ganaran mucho más, si cabe. Algo que encantó al público, al que se le veía conocedor tanto de la trayectoria de Jordi como seguidores de Vielba.

Javier Vielba acompañando a Jordi Skywalker. Foto: Ana Isabel M. Cordobés

Y no podía faltar un tema fundamental para este artista y es la crítica a la sociedad consumista, los conflictos y el problema del cambio climático asociado a estos avances actuales. Lo desarrolla en su tema Babylon, con el que animó a cantar a todo el público parte del estribillo con “más trompetas y menos pistolas”. Tampoco las canciones Héroe de mi casa, Muerte súbita y Círculo coreadas por los cerca de medio centenar de asistentes.

Tampoco dudó en bajarse de la pequeña tarima a cantar entre el público, que, animado, no paraba de bailar con ninguna de sus canciones. Un espectáculo más de este habitual en la escena vallisoletana, que tal como él aclaró, solo baja de la “sierra (vive en la sierra del Moncayo) para asistir cuando sus amigos de Valladolid lo llaman para hacer conciertos como éste”.

Ana Isabel Martín

Estudiante de 3º de Periodismo y desde ahora, colaboradora en esta gaceta. Me encanta la fotografía, el periodismo económico, la buena música. Creo que existe y existirá un buen periodismo.

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