Jugar, siempre hace bien

Los chicos pasan por distintas etapas. Todas intensas, todas importantes y en todas necesitan nuestra contención y acompañamiento. Cuando nos acostumbramos a una de estas etapas, justo les llegó la hora para cambiar.

Es así, nos adaptamos a momentos estáticos que son dinámicos. Ellos crecer y se desarrollan. Y ahí, nosotras queremos que sigan pequeños, pero que al mismo tiempo crezcan. Una dualidad típica de una maternidad tan real como la vida misma.

Creo que el juego permite conectarte con vos y con los que te rodean. Jugar hace bien, a grandes y a chicos, a padres e hijos, a nietos y abuelos. Conectarte con otros de una forma lúdica hace que descubras otras formas, reacciones y que nutras canales de comunicación que están ahí para ser aprovechados.

A mis hijos les insisto que jueguen, con cajas, con el aire mismo, con música, en silencio, con amigos, solos, con sus hermanos y con nosotros. La pequeña insiste en que tiene que jugar “toda la familia”, y va reclutando uno a uno a ésta familia numerosa para generar un espacio increíble. Que tus hijos te inviten a jugar es mágico, para agradecer, aprovechar y sobre todo decir que sí.

Cuando hablamos de bebés, el juego entre madres y bebés se torna fundamental. Ellos, ahí, necesitan de nosotros para todo: hasta para que le acerquemos el juguete que sea más apropiado para su edad, sus gustos y su desarrollo.

“Jugar es un signo de salud”, explica la psicopedagoga María Caterineu (psicopedagoga, creadora de “Rayuela, tiempo de juego” -espacio de prevención y promoción de la salud del niño- y cofundadora de la “Consulta Pediátrica Integral” en el país, que propone una atención en conjunto desde una mirada clínica y de estimulación del desarrollo del bebé dentro de la consulta pediátrica, en Consultorios Lirios del Talar), entrevistada por EnfaBebe3.

Mis recuerdos de esos juegos son asombrosos. Acompañar el juego, es acompañar el desarrollo y entender los avances te permiten monitorear el correcto crecimiento de tus hijos.

“Jugar es construir un espacio de encuentro entre la mamá y el bebé, que fortalece su vínculo. También es un momento de descanso, libre de exigencias, que activa el desarrollo mental del niño”, explica Catarineu y agrega que ese despliegue incluye todas las áreas de desarrollo: cognitiva, comunicacional, social y motriz.  Jugar hace bien, y me animo a decir que todo lo que fortalece al niño también nos fortalece a nosotras. Desconectarnos un rato te todas nuestras tareas y obligaciones para simplemente jugar nos libera la mente, tan cansada por momentos.

Que los padres se conviertan en protagonistas del desarrollo mental de sus hijos buscando que tengan las mejores posibilidades de desarrollo desde el inicio de la vida para poder convertirse en la mejor versión de sí mismos, ese es el deseo de EnfaBebe3.

Chequeá la página http://www.enfabebe3.com.ar donde vas a encontrar propuestas de juego para cada etapa de tus hijos.

Y jugá, que solo son niños una vez.

LA LACTANCIA MATERNA ES EL MEJOR ALIMENTO PARA EL LACTANTE

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