Revista Sociedad

Juicio a China

Publicado el 10 enero 2014 por Oscar @olavid25
El juez y el dirigente chino

Mundo animal X

Me entero ahora de que hay un procedimiento abierto en la Audiencia Nacional para juzgar, entre otros,  a los dirigentes chinos Jiang Zemin, que fue presidente del país, y Li Peng, que ocupó el cargo de primer ministro. Los procesados tienen una orden de busca y captura, además de 87 y 86 años, respectivamente.  No me gustaría ser el secretario del juzgado éste. Sólo con el papeleo se te puede ir la vida, y la de los acusados. La justicia internacional tiende a ser tediosa, aunque tiene un efecto de altavoz que buscan los denunciantes la mayor parte de las veces. No me parece mal, incluso me parece justo, pero me lo imagino caro.

Cinco ciudadanos chinos procesados están acusados de promover y ejecutar el genocidio tibetano y cuentan que el cabreo en el Gobierno de aquel país es de dimensiones cósmicas. Yo no me lo creo, porque me parece que a los dirigentes chinos les preocupa lo mismo un juez de la Audiencia Nacional que uno del comité de árbitros de waterpolo de Cataluña. Son cosas de la diplomacia.

No viene al caso pero recordaré que el magistrado pasaba del tema  y que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal le dijo que no, que no podía archivar la denuncia del Comité de Apoyo al Tíbet y la Casa del Tíbet. Ahora el juez ha preguntado si debe ordenar la prisión de los mandatarios del Partido Comunista o si puede seguir mareando la perdiz. En definitiva, un lío, y no es un chiste fácil. Resulta complicado bromear con un drama que se inicio en 1950 con la invasión china, que se ha llevado por delante dicen que a 1,2 millones de personas y que incluye capítulos horribles de asesinatos, torturas, quema de monasterios y decenas de años de prisión para algunos encarcelados.

Antes de la invasión, el Tíbet tampoco era el paraíso. Se gobernaba con un sistema feudal. Una élite religiosa, que lideraba el Dalai Lama, estaba en lo más alto y la mayoría de la población tenía la deprimente condición de siervo. De esto hace algún tiempo, como digo. Desde entonces, hemos asistido a la concesión de un Premio Nobel y al cabreo chino (real o forzado) cada vez que Obama o cualquier otro destacado dirigente mundial recibe al Dalai Lama. El hombre está ahora retirado de la política y sólo ejerce de padre espiritual, como el Papa Bergoglio, y también se le puede seguir por Twitter, @DalaiLama, aunque él no sigue a nadie. Lo mismo el juez Eloy Velasco, que lleva el jaleo éste, también se abre una cuenta, como el juez Pedraz, y nos cuenta cómo marcha todo.


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