Revista Ciencia

Jung y la interpretación de los sueños

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22
Jung y la interpretación de los sueños

A pesar de no descartar totalmente el modelo freudiano, Carl Jung creía que la definición de los sueños como representaciones de deseos incumplidos era algo simplista e ingenua. Jung estaba convencido de que el ámbito del significado de los sueños era más amplio, reflejando mejor la riqueza y la complejidad del inconsciente personal y colectivo. Jung opinaba que la psique es un organismo de autorregulación en el que las actitudes conscientes son propensas a ser compensadas por el inconsciente (dentro del sueño) por sus opuestos.

Jung sugirió que los sueños revelaban tanto el inconsciente personal como el colectivo y que los sueños servían para compensar las partes de la psique no suficientemente desarrolladas en la vida de vigilia. Sin embargo, investigaciones posteriores de Hall revelan que los rasgos exhibidos de las personas mientras están despiertas se expresan también en los sueños.

Jung creía que los arquetipos, como el animus, anima, sombra y otros se manifestaban en los sueños como símbolos o figuras. Podían adoptar la forma de un anciano, una joven soltera o una araña gigante, según el caso. Cada uno representa una actitud inconsciente que se oculta en la mente consciente. Aunque en una parte global de la psique del soñador, estas manifestaciones son en gran medida autónomas y percibidas por el soñador como personajes externos. Junto con los arquetipos que se manifiestan a través de estos símbolos, sirven para aumentar la conciencia de las actitudes inconscientes, la integración de partes aparentemente dispares de la psique y contribuyen al importante proceso de auto-comprensión holística.

Aunque Jung reconoció la universalidad de los símbolos arquetípicos, los contrastó con el concepto de los signos (imágenes con una connotación, una a una, con su significado). Su enfoque era reconocer el dinamismo y la fluidez que existe entre los símbolos y el significado atribuido. Los símbolos deben ser explorados por un significado personal, en lugar de ajustar el sueño a una idea predeterminada. Esto evita el análisis de los sueños en un ejercicio teórico y dogmático muy lejos del propio estado psicológico del paciente. Al servicio de esta idea, hizo hincapié en la importancia de "ajustarse a la imagen", explorando a fondo la asociación del cliente a una de ellas en particular.

Jung propuso dos enfoques básicos para el análisis de material onírico: El objetivo y lo subjetivo. En el enfoque objetivo, cada persona en el sueño se refiere a la persona en sí: la madre es la madre, la novia es la novia, etc. En el enfoque subjetivo, cada persona en el sueño representa un aspecto del soñador. Jung sostuvo que el enfoque subjetivo es mucho más difícil de aceptar por el soñador, pero que en la mayoría del buen "sueño-trabajo", el soñador reconoce que los personajes del sueño pueden representar un aspecto no conocido. Algunos terapeutas Gestalt ampliaron el enfoque subjetivo, afirmando que incluso los objetos inanimados en un sueño pueden representar aspectos del soñador.

Jung hizo hincapié en que el sueño no era más que un rompecabezas inventado por el inconsciente a descifrar, por lo que los verdaderos factores causales ocultos pueden ser provocados. Los sueños no son detectores de mentiras que revelan la falta de sinceridad disfrazados detrás de los procesos de pensamiento consciente. Los sueños, al igual que el inconsciente, tienen su propio idioma y como representación del inconsciente, las imágenes de los sueños tienen su propia hegemonía y lógica.

Jung advirtió que no debería atribuirse significado a los símbolos oníricos sin una comprensión clara de la situación personal del soñador. Describió dos enfoques para símbolos de los sueños: El enfoque causal y el enfoque final. En el enfoque causal, el símbolo se reduce a ciertas tendencias fundamentales. Por lo tanto, una espada puede simbolizar un arma, como puede ser una serpiente. En la aproximación final, el intérprete de sueños pregunta: "¿Por qué este símbolo y no otro?" Por lo tanto, una espada que representa un arma es dura, fuerte, inanimada y destructiva mientras que una serpiente está viva, es peligrosa y tal vez venenosa y viscosa. La aproximación final hará aflorar las actitudes adicionales del soñador.

Jung creía que los sueños podían contener verdades ineludibles, pronunciamientos filosóficos, ilusiones, fantasías salvajes, memorias, planes, experiencias y visiones irracionales incluso telepáticas. Al igual que la psique tienen un lado diurno que experimentamos como vida consciente y uno nocturno inconsciente, lado que desciframos como una fantasía onírica. Jung diría que así como no dudamos de la importancia de nuestra experiencia consciente, no deberíamos predecir el valor de nuestras vidas inconscientes.

Fuente:

C. Marco


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