King Cobra (Justin Kelly, 2016. EEUU)

King Cobra (Justin Kelly, 2016. EEUU): convencional aunque algo atrevido, dada la naturaleza de su contenido (el turbio auge del porno gay en internet), drama, de tintes criminales en su tercer acto, que aspira, sin evidentemente conseguirlo, a convertirse en la Boogie nights de la segunda década del siglo XXI, con la extrema y conseguida cutrez de las escenas de filmación de escenas porno como mayor puntal. Todos y cada uno de los personajes, a excepción de la madre del protagonista, resultan despreciables. Por otra parte, resulta otro estimulante paso adelante en la interesantísima carrera como actor, productor y director del, valga la redundancia, actor, productor y director James Franco, que aquí adopta las dos primeras funciones, resultando extraordinario en la primera.