Revista Opinión

Klaus (Netflix) – El renacer de la Animación 2D

Publicado el 23 febrero 2020 por Carlosgu82

Durante los últimos años el Cine de Animación se ha visto injustamente limitado debido a la poca importancia que se le dio a las producciones que no sean provenientes de Disney, Pixar, Dreamworks, etc, siendo éstas las que normalmente se llevan toda la fama y reconocimiento, no solo por el público, sino también por la crítica «profesional».
Obras maestras de años anteriores como Your Name o Anomalisa han sido notablemente ignoradas debido a su mala suerte de competir con producciones conocidas de grandes estudios.
Por esta razón nunca viene mal destacar aquellas obras que se escapan del más que conocido estilo CGI que abunda en filmes como Frozen y Toy Story, y hablar sobre una película que nos hace revivir la autenticidad de la animación 2D, así como también apreciar la magia de las películas navideñas.

Klaus es una reciente producción animada española de la mano de Netflix, dirigida por Sergio Pablos, la cuál nos cuenta el origen de Santa Claus (denominado Klaus en el filme) a través del verdadero protagonista de la historia: Jesper. Jesper es un joven cartero Escandinavo, holgazán y consentido, el cual es enviado por su padre al trágico y frío pueblo de Smeerensburg con la misión de entregar 6000 cartas en un año, o de lo contrario le dirá adiós a su vida repleta de lujos y comodidades.

Sin embargo, la mayor complicación para Jesper será encontrar la forma de entregar todas esas cartas en un pueblo repleto de violencia y rivalidades entre dos distritos, quienes han arruinado el valle debido a sus constantes batallas.
Es en este punto donde entra Klaus, un hombre alto y fornido de barba blanca que vive en el extremo de la isla alejado del pueblo, con quien formará equipo para entregar las cartas y todos los juguetes creados por Klaus. Así inicia un viaje que cambiará la forma de pensar de Jesper y el pueblo, a la vez que vemos el origen de todo lo que rodea a Santa Claus en una bella y divertida historia que preserva los valores la navidad.

En un inicio podemos notar lo más destacable de la película. La animación de Klaus nos demuestra el por qué la animación 2D solía ser tan agradable y característica hace tantos años, pero esta película va un paso más allá y nos maravilla con una animación fluida, colorida, y atrapante, repleta de detalle y pasión en cada cuadro, como si cada personaje y escenario fuese una pieza de arte propia. Sin duda la película es un espectáculo visual que nos recuerda los mejores momentos de la animación 2D.

Klaus (Netflix) – El renacer de la Animación 2D

Sin embargo, así como desde el principio nos damos cuenta de su punto fuerte, también notamos el mayor problema de la película.
La historia comienza con el típico viaje de un protagonista un poco detestable, pero que, debido a una experiencia extrema, aprende a ser una mejor persona y a recapacitar sobre su vida.
Aunque resulta ser una buena manera de desarrollar a un protagonista, este arco de personaje se ha utilizado en numerosas ocasiones en películas como Cars, o la más evidente de todas: Las Locuras del Emperador, incluso el propio Jesper parece una imitación del personaje de Kuzco en dicha película.
Y no solo la historia de Jesper comete el error de seguir un arco más que visto en el cine, sino que gran parte de la trama arrastra consigo varios tópicos conocidos como la rivalidad entre dos grupos, o incluso el propio tercer acto, en el cual, sin hacer spoilers, algunas tramas se resuelven de una manera predecible y poco original.

Afortunadamente, aunque la historia puede ser considerada muy típica en varios momentos, la película logra dar un toque de autenticidad al mostrarnos todo lo que rodea la navidad y Santa Claus. Los momentos mejor llevados son esos en los vemos a Jesper y Klaus iniciando la tradición de repartir regalos, y cómo estas acciones se difunden entre las personas y el resto del mundo. Vemos así el origen de icónicos elementos de la navidad como el trineo volador, las cartas, la lista de los niños malos, e incluso la gracia de entregar carbón a los niños que se portan mal. Son pequeñas cosas que aportan mucho a la película y la hace ver más bella de lo que ya es, y más cuando todas estas acciones tienen un efecto positivo en el pueblo, resaltando la frase de la película: Un acto sincero de bondad siempre genera otro.
Sumando además lo divertido y hermoso que resulta ser el viaje de Jesper y Klaus, generando un impacto en el mundo y en ellos mismos. Incluso los personajes secundarios tienen su propia evolución, y todos aportan gran dinamismo y diversión al filme.

Tal vez la película falle al mostrar algunas tramas muy típicas del cine, pero acierta en contarnos una historia diferente a lo que estamos acostumbrados en películas navideñas, y lo hace de una forma atrapante, divertida y bella. No solo por la animación, si no por los valores y la magia tan característica que posee la navidad.
Con algo de suerte dentro de varios años este filme podría ser considerado como uno de los grandes clásicos de las películas navideñas.


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