Revista Gente

Kristen Stewart critica a Kim Kardashian

Publicado el 31 mayo 2012 por Lili @jujokki
"Mienten cuando el video se hace. El acto en sí es una mentira. Estás haciendo algo falso. ¿La chica está tumbada ahí, pretendiendo que no sabe que la cámara está encendida, que es seducida y "accidentalmente" se filtra? ¡Todo el mundo filtra sus propios videos porno! Es un lío para hacerse famoso -no va de sexo. No es como Madonna hizo con su Libro del Sexo, que fue un trabajo artístico en el que ella hablaba sobre el tema. Es diferente. No es de frente, no es honesto, es una maquinación para hacerse famoso"
Bienvenidos al momento exacto en el que empiezo a querer a esta muchacha, que otra cosa no, pero no se corta un pelo cuando hace declaraciones (y entrevista a entrevista me gusta más). Quizá no lo diga directamente, pero ¿qué otra famosa conocéis que esté donde está ahora y ha hecho semejante dinero tras que su video porno se "filtrara"? Voilà: Kim Kardashian. Y Kristen Stewart tiene toda la razón, para qué engañarnos: es todo un complot para sacar pasta.
Si no fuese por Ray J (el otro "protagonista", que por cierto es el supuesto "mejor amigo" de la difunta Whitney Houston, pero de eso ya hablaremos otro día porque es un personaje que se merece un post) ella no tendría semejante pastizal. Ni su familia. 
ía tantos edificios? Ni idea. El Conrad estaba, seguro (aunque tampoco me acuerdo de haberlo visto), pero el resto… ¿? No sé. Algo me dice que la ciudad estaba más o menos igual, aunque vacía de gente, despoblada. En cada edificio había solamente uno o dos departamentos con la luz prendida. Casi no había autos circulando. Personas, menos. Las casas estaban, en su mayoría, hibernando. Prendimos la radio y era como si el tiempo no hubiese pasado: Aspen Punta del Este seguía pasando los mismos hits de hace 10 años (no sé si la razón es porque “Aspen es la radio de los clásicos” o porque en los lugares así el tiempo no avanza jamás).

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Ciudades como Punta del Este existen en todas partes del mundo. Pienso, por ejemplo, en Cancún. Si bien nunca fui a Cancún, me la imagino así, con la misma dinámica de veraneo (mujeres bronceadas en bikini, hombres musculosos en sus autos, edificios que tapan el sol, boliches con fiesta de la espuma), aunque con calor todo el año y mar transparente. ¿Cómo nacen las ciudades así? ¿Cómo es que un puntito en el mapa de Uruguay, o del país que sea, se convierte en el lugar más TOP, más FASHION, más VIP, más TODO, de, por ejemplo, Sudamérica? ¿Quién lo decreta? ¿Cuánto le dura este estatus? ¿Será que algún día aparecerá un lugar llamado Punta del East y dejará a Punta del Este re out? Volví a Punta del Este, a este lugar tan top y tan distinto del resto de Uruguay, diez años después y la visita valió la pena por dos cosas.

Una: el picnic en el faro de José Ignacio.

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Cansados de comer siempre en distintas sucursales del mismo restaurante (ese que Capusotto supo denominar muy bien: “Uy, nos rompieron el orto!”) decidimos hacer la gran sandwich: fuimos a un súper, compramos pan, fiambres, tomate y aderezos y nos fuimos de picnic. Si lo habré hecho en España… ¿A dónde vamos? Lo importante era encontrar el punto ideal, en lo posible frente al mar (qué lindo que es el mar en Punta del Este, eso no se puede negar). Mario sugirió José Ignacio, un pueblito a 30 kilómetros de la ciudad, y sin pensarlo nos fuimos para allá. Llegamos al faro, bajamos a las rocas y voilá, encontramos el lugar perfecto para almorzar frente al mar y quedarnos un rato al sol cual morsas 2.0.

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Dos: la visita a Casa Pueblo.

Más tarde nos fuimos a Punta Ballena para visitar Casa Pueblo, la casa-museo-taller de Carlos Páez Vilaró, un pintor, ceramista, escultor, muralista, escritor, compositor, constructor y viajero uruguayo. Mi nuevo ídolo. Hace tiempo que un artista no me impactaba y movilizaba tanto como él. Si bien no lo vi en persona, vi su obra, y a través de ella, su vida (inspiradora como pocas). Como dicen acerca de él: “Su gran obra es su vida”. Paéz Vilaró viajó y mucho. Se fue por África, filmó un documental, uso su arte como trueque, dejó murales en los rincones más insólitos del mundo, conoció a grandes personajes (Picasso, Dalí, De Chirico, Briggite Bardot) vivió en Buenos Aires (hoy en día tiene una casa en Tigre), volvió a Uruguay y en 1958 comenzó la construcción de Casa Pueblo, su casa/escultura viviente. Es una construcción blanca, de bordes curvos, repleta de pinturas y esculturas, está en un acantilado mirando el mar y me hace pensar en Grecia, en las medinas blancas de Marruecos, en Gaudí.

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Cuando baja el sol, en Casa Pueblo se escucha, por altoparlantes, la Ceremonia del Sol, escrita y recitada por Páez Vilaró. Copio algunos de los fragmentos que más me gustaron:

Hola Sol…! Otra vez sin anunciarte llegas a visitarnos. Otra vez en tu larga caminata desde el comienzo de la vida. (…)

Hola Sol…! Cómo me gustaría haber compartido tu largo trayecto regalando luz, porque a tu paso acariciaste la vida de mil pueblos, compartiste sus alegrías y tristezas, conociste la guerra y la paz, impulsaste la oración y el trabajo, acompañaste la libertad e hiciste menos dura la oscuridad de los presidios.

Hola Sol…! Gracias por volver a animar mi vida de artista. Porque hiciste menos sola mi soledad. Es que me he acostumbrado a tu compañía y si no te tengo, te busco por donde quiera que estés. Por eso te reencontré en la Polinesia, cuando te coronaron rey de los archipiélagos de nácar y los arrecifes dentellados de coral, o también en Africa, cuando dabas impulso a sus revoluciones libertarias y te reflejabas en el espejo de sus escudos tribales para inyectarles coraje. Te estoy mirando y veo que no has cambiado, que sos el mismo sol que reverenciaron los aztecas, el mismo de mi peregrinaje pintando por América, el que envolvió la Amazonia misteriosa y secreta, el que me alumbró los caminos al Machupichu sagrado del Perú, el de los valles patagónicos o los territorios del Sioux o del comanche. El mismo sol que me llevó a Borneo, Sumatra, Bali, las islas musicales o los quemantes arenales del Sahara. (…)

Chau Sol…! Te quiero mucho…

Cuando era niño quería alcanzarte con mi barrilete. Ahora que soy viejo, sólo me resigno a saludarte mientras la tarde bosteza por tu boca de mimbre.

Chau Sol…! Gracias por provocarnos una lágrima, al pensar que iluminaste también la vida de nuestros abuelos, de nuestros padres y la de todos los seres queridos que ya no están junto a nosotros, pero que te siguen disfrutando desde otra altura.

Adiós Sol…! Mañana te espero otra vez. Casapueblo es tu casa, por eso todos la llaman la casa del sol. El sol de mi vida de artista. El sol de mi soledad. Es que me siento millonario en soles, que guardo en la alcancía del horizonte.

(fragmentos de Ceremonia del Sol, de Carlos Páez Vilaró)

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Admiró a Páez Vilaró no sólo por haber viajado, sino por haber llevado su obra por el mundo, por haber usado su arte para subsistir, por haber hecho de su pintura un idioma común, por haber dejado su huella en tantos lugares y, seguramente, en tantas personas. Cuando sea grande quiero ser como él. Este atardecer hizo que la re-visita a Punta del Este valiera la pena. Y me encanta saber que Páez Vilaró eligió ese rincón de Uruguay —su país, o por lo menos el país en el que nació— para establecerse, después de haber viajado tanto.

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Volví a Punta del Este diez años después, con 26 años. Ahora, todos en mi mundo tienen 26, tienen 30, tienen 19, tienen 60, tienen 12, tienen 8, tienen 99. Da igual. Tengo 26 pero sigo en la pavada, aunque en una pavada distinta. Ahora me interesan otras cosas. Sé que el mundo es mucho más grande que una ciudad de veraneo, sé que Punta del Este es tan sólo una realidad, una forma de viajar. Siento que los diez años pasaron para mí, pero no sé si pasaron para Punta del Este. Tendría que volver en verano para comprobarlo, pero dudo que lo haga. Prefiero venir en invierno, en contra de la corriente, y ver el backstage del balneario, imaginarme (o recordar) cómo es la ciudad en verano y agradecer que vine en la estación equivocada.

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Info útil para visitar Punta del Este:

  • Cambio: 1 dólar = 21.80 pesos uruguayos (julio 2012)
  • Cama en un dormitorio compartido: entre 300 y 350 uruguayos (16 usd).
  • Pizza con cerveza para cuatro: 600 uruguayos (28 usd)
  • Alquiler de auto: 95 USD por día
  • Litro de nafta: 34 pesos (1.50 usd)
  • Entrada a Casa Pueblo: 150 uruguayos (7 usd)

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