En una entrevista para The Guardian, la prestigiosa actriz todoterreno Kristin Scott Thomas, nominada al Oscar por su trabajo en El Paciente Inglés y con una filmografía que incluye 79 títulos, algunos rodados e inglés y otros en francés, ha anunciado que el pasado septiembre tomó la decisión de retirarse. "Se me pasó por la cabeza que no podría soportar otra película. Me doy cuenta de que he hecho lo que sé hacer muchas veces y en muchos idiomas, y ahora pienso que no puedo hacerlo más. Estoy aburrida, así que voy a parar," ha contado la protagonista de En la Casa.
Durante la entrevista, la actriz se muestra asqueada de la forma que tienen de trabajar en Hollywood, consistente en "esperar durante 4 horas a que te llamen en un tráiler de lujo". Además, se lamenta de la falta de papeles para mujeres en la cincuentena más allá del de "señora triste de clase media". "Me utilizan para motivos de producción", ha explicado la actriz. "Me dan un papel pequeño en algo que saben que podré hacer, que sabré llorar en el momento adecuado", ha denunciado Scott Thomas. "La vida es demasiado corta y no quiero seguir haciéndolo", ha sentenciado.
Su último gran papel ha sido en The Invisible Woman, la nueva película como director de Ralph Fiennes, junto al que saltara a la fama hace 20 años en El Paciente Inglés. Eso sí, Scott Thomas ha confirmado que seguirá subiéndose a los escenarios en obras de teatro, porque "cuando haces una película, le das material al director para que trabaje. En escena, si funciona, funciona".
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