La aceptación y el mito del niño perfecto

Queridas familias, hace unos días publiqué en Redes Sociales un texto sobre la Aceptación de los hijos que tenemos y recibí muchos comentarios, sobre todo respuestas desde el corazón de muchas familias.

EL MITO DEL NIÑO PERFECTO

¿No te ha tocado el hijo o la hija que esperabas?

¿Qué hijo o hija esperabas? Uno que hiciera los deberes o que no hubiera que repetirle las cosas veinte veces, quizá un hijo que no sea respondón o una niña que mantiene ordenada su habitación?

¿Crees que el niño o la niña ideal te diría “sí mamá”?

Antes de ser padres o madres, nos hacemos un modelo ideal de hijo. Poco a poco la personalidad de nuestro peque va adquiriendo sus propias singularidades, necesidades y temperamento.

En muchas ocasiones, las necesidades y temperamento de tu peque no van de la mano con las nuestras, allí se produce un choque y más aún si nos sentimos desbordados o desconectados de lo que está ocurriendo.

Actividad con Dos listas

Lo primero que te voy a pedir es que uses papel y boli y hagas dos listas. Una columna con la listas de cosas que consideras buenas de tu hijo y otra con las cosas que consideras «no tan buenas». Ya sé que suena frívolo esto de hacer listas, pero te permitirá tomar conciencia y claridad mental.

Luego te pido que veas la cantidad de un lado y de otro, y lo mires al peso. Seguramente son más las cosas buenas que has podido incluir en la lista positiva.

Ahora te pregunto ¿A qué le sueles dar más importancia? ¿Valoras lo bueno con la misma intensidad que lo malo?

No intentes «moldear» a tu hijo como te gustaría fuera, porque debes recordar que cada persona es única. Piensa: te han regalado una flor, cómo podrías cuidarla para que desarrolle su máximo potencial.

Recuerda destacar las capacidades de tu peque y aceptar al niño o niña maravillosa que tienes. Cuando aceptas al hijo que tienes, no intentas cambiarlo.

Cambia tu mirada y enfoca en acompañarlo y ayudarlo, valorando sus fortalezas y reconociendo sus necesidades. No mires siempre lo que le falta, mira aquello que le hace único y especial.

Solo desde la aceptación podrás vivir una crianza mucho más orientada en la felicidad.

Ya con las dos listas en marcha, te dejo unas preguntas para tu reflexión:

• ¿Alientas a tu hijo a ser quién es o tratas de moldearlo a tu imagen?
• ¿Te has preguntado, qué necesita tu hijo o mejor aún, le has preguntado a tu hijo qué necesita?

Venga, seguro que se te han venido un montón de fortalezas de tu hijo a la cabeza. Usa eso como punto de partida, observa, toma conciencia y no olvides reconocer al ser único y especial que es tu hijo.

Si te ha gustado esta reflexión, te recuerdo en mis cursos y talleres podemos seguir profundizando en el cambio de mirada para mejorar nuestra relación con la infancia.

Un abrazo y hasta la próxima.
Lee.

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