Revista Cocina

La alimentación es vida, es nutrición y es cultura.

Por Mamucer @MarinaMunozC

alimentación

– Marina Muñoz Cervera –

La alimentación es un derecho humano que nos da la vida.

Para estar saludables, no podemos deslindar la alimentación de la nutrición.

Si tenemos en cuenta que todo lo que comemos y bebemos forma parte de nuestra alimentación, podríamos preguntarnos lo siguiente:

¿Cuántos alimentos y bebidas nutritivos consumimos a lo largo de un día?

¿Ya sabes si tu alimentación es nutritiva? Es decir, en tu dieta diaria tienes en cuenta los nutrientes que te aportan los alimentos?

¿Lees la información nutricional de los productos que comes y bebes?

¿Procuras que los alimentos que consumes sean naturales? ¿Predominan en tu comida diaria los alimentos naturales sobre los ultraprocesados?

¿Tienes en cuenta el equilibrio nutricional en tu alimentación?

La alimentación es cultura.

La alimentación también es cultura y, en este mes de diciembre, característico por múltiples festividades, en las que la comida y la bebida se transforman en el centro de nuestras reuniones, quizás deberíamos saber que:

– El alcohol aumenta el apetito, al mismo tiempo que nos relaja. El vino, la cerveza o el cava, tan típicos de estas fiestas, serán responsables de que comamos más cantidad de comida, entre otros perjuicios, como la alteración de nuestra microbiota intestinal, cambios en nuestro comportamiento, accidentes múltiples, etc.

– Los dulces, típicos de Navidad, nos aportan cantidades ingentes de grasas saturadas y azúcares, que no solo nos engordan, sino que también pueden abocarnos al padecimiento de una diabetes tipo II, entre otras patologías que incrementan el riesgo cardiovascular durante las fechas venideras.

– Los excesos de comida alteran nuestro metabolismo y no nos nutren, más bien nos malnutren.

– Las celebraciones navideñas nos causan estrés, que sumado a los excesos de comida y bebida, suponen una alteración importante del funcionamiento de nuestro organismo.

– La actividad física y las comidas moderadas, dejando los dulces para situaciones excepcionales y en pequeñas cantidades, pueden ayudarnos a comenzar el año nuevo con mejor salud.

– Las verduras, hortalizas, legumbres, especias o condimentos, frutas y frutos secos son nuestros mejores aliados en las fiestas, ya que gracias a los mismos, nuestra flora intestinal gozará de mejor salud y nosotros también.

– Saltarse comidas para comer más después, no tiene ningún sentido. Mantener nuestras comidas (desayuno, almuerzo, cena) en su horario regular nos ayudarán a vencer los desequilibrios metabólicos.

– Tomar alguna colación a media mañana o una merienda ligera a media tarde, evitarán que lleguemos a los almuerzos y cenas con mucha hambre y nos permitirá comer de forma moderada.

– El desperdicio de alimentos aumenta notablemente durante las celebraciones de Navidad y Fin de Año. Y planificando bien nuestras comidas y cenas, podemos reducir ese desperdicio que supone una pérdida de mano de obra, agua, energía y tierra utilizados en su producción, además de aumentar la producción de gases de efecto invernadero.

El cambio climático afecta a nuestra seguridad alimentaria y no solo al sector agrícola por las sequías, inundaciones y otros desequilibrios ambientales, sino también al resto de nuestros alimentos, como por ejemplo el pescado, ya que las grandes cantidades de CO2 que absorben los océanos causan acidificación del ecosistema marino.

En este blog encontraréis múltiples sugerencias, recetas y orientaciones para que vuestras fiestas sean saludables, solo tenéis que poner en el buscador la palabra Navidad.

Y, para terminar esta entrada, comentaros que la alimentación es nutrición y cultura, pero sobre todo es vida y de la forma en que nos alimentamos, día a día, dependerá la calidad de nuestra vida.

¿Cómo quieres que sea tu vida en Navidad y Fin de Año? Te dejo algunas perspectivas¡

Imagen:

http://mariateresabarahona.com/es/wp-content/uploads/2012/12/cesta-de-fruta.jpg


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