Revista Salud y Bienestar

La Anestesiología: de labor de enfermería a especialidad médica [parte 2]

Por Lemalpartida


La demostración del  éter del Dr. Morton no condujo al desarrollo fácil de un nuevo grupo de especialistas. Durante un siglo después de este significativo descubrimiento, se discutió acaloradamente sobre quién debía manejar las nuevas funciones que él había introducido. La enfermería las tomó como propias. Sin embargo, después de unos 70 años, un grupo de médicos comenzó a cuestionar esa apropiación y, bajo el liderazgo inspirado de McMechan, desarrolló una ideología para defender sus reclamos.


La Anestesiología: de labor de enfermería a especialidad médica [parte 2]
Gradualmente el trabajo se re-definió. Se subrayó que comprometía la vida y la muerte y que era, por derecho propio, un deber de los médicos, y este concepto fue un verdadero caballo de batalla.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, los anestesiólogos expresaban un fuerte descontento con su destino. Ellos notaban, en muchos aspectos de su estatus, que sus obligaciones y derechos cabían dentro de la definición de trabajo de enfermeras. Lo más frecuente era que fueran empleados asalariados de hospitales. La mayoría de los cirujanos los trataban como si no tuvieran más juicio crítico o estatus profesional que las enfermeras. Los cirujanos, acostumbrados a asumir la responsabilidad médica y legal de sus pacientes, no estaban dispuestos a revalorar los cambios producidos por la introducción de otro especialista médico en el equipo. La Anestesiología: de labor de enfermería a especialidad médica [parte 2]
La administración de los hospitales parecía prestar oídos sordos a las peticiones de los departamentos de anestesia y, cuando se les presionaba pidiendo más equipo y personal, decían que estaban trabajando al máximo, llenando las vacantes de los médicos que tenían pacientes propios. Otros médicos generalmente decían de los anestesiólogos que sólo trabajaban con pacientes de otras personas, o que eran hombres que no podían manejar las exigencias de la práctica privada. El público en general ofrecía poca compensación: casi nadie comprendía lo que hacían los anestesiólogos durante la cirugía.
Más aún, la Segunda Guerra Mundial ayudó a dar nuevo ímpetu a su insatisfacción. Un nuevo grupo de jóvenes que habían manejado la anestesia en el campo de batalla, mostró un fuerte interés por convertirse en especialistas. El estatus de la anestesia había subido en alguna forma y en muchas instalaciones militares los anestesistas médicos tenían un alto rango. El grupo de colegas estaba en un máximo de actividad, desarrollando nuevas técnicas, formas de organización, certificación y entrenamiento, y editando nuevas revistas. Se respiraba un aire de cambio en la atmósfera y, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, se vio a los anestesiólogos colaborando entre sí por alcanzar el reconocimiento profesional que buscaban tan fervientemente. La Anestesiología: de labor de enfermería a especialidad médica [parte 2]
A los anestesiólogos los tenía resentidos su propio simple papel en la sala de operaciones, ese mundo aislado y algo especial en el cual desarrollaban sus funciones. Un exceso de subordinación y una falta de autonomía funcional, de los cuales se culpaba a los cirujanos. Su posición en el sistema de referencia de pacientes los colocaba en la periferia: ellos no tenían ningún bien o servicio que ofrecer en este poderoso sistema de obligaciones recíprocas. Su voz era pequeña dentro del sistema político de la profesión, debido a que eran débiles numéricamente en comparación a otras asociaciones profesionales, que regulaban los asuntos de la medicina.
Fuera de la profesión, en la comunidad, encontraban una ignorancia total de su tarea. Anulados, subordinados, impotentes, políticamente irreversibles y en tremenda desventaja numérica, los anestesiólogos se enfrentaban a obstáculos nada despreciables.
El grupo, sin embargo, estaba listo y dispuesto a tratar de mejorar su estatus y comenzó a desarrollar estrategias para lograrlo. Algunos anestesiólogos decidieron seguir el camino de educar al público. Iniciaron una serie de artículos populares, de tipo intimidante, que demostraban los riesgos de cualquier anestésico administrado por un no médico. La campaña terminó rápidamente. El resto de la profesión médica, casi de inmediato, condenó estas actividades y las denunció. Los anestesiólogos descubrieron un hecho clave: no se les permitiría sacar su caso a la luz pública. La Anestesiología: de labor de enfermería a especialidad médica [parte 2]
Entonces, ¿de qué manera se podría esperar el avance de su causa? ¿Podrían ellos hacer algo acerca de su posición en el quirófano? En general, el quirófano no era el lugar para un desafío directo. El anestesiólogo difícilmente podría desafiar al cirujano que trabajaba sobre el paciente enfermo y, aunque las normas médicas no permitían franca disputa en él transcurso de la cirugía, el anestesiólogo tenía poca probabilidad de ganar cualquier enfrentamiento contra su poderoso colega.
El anestesiólogo, sin embargo, tenía y todavía tiene un aliado muy poderoso: su técnica constantemente va en avance. Desplegaba tacto y paciencia con el cirujano, pero sus esperanzas a largo plazo descansaban en el hecho de que su despliegue de nuevas técnicas, materiales y aparatos especiales, estaban aumentando rápidamente.
Los nuevos procedimientos operatorios requerían anestesia más prolongada y peligrosa, y algunos procedimientos tales como la anestesia raquídea estaban prohibidos legalmente en varios estados para todo aquel que no fuera médico. Los jóvenes que estaban entrando a la cirugía no estaban ni siquiera tratando de aprender anestesia y se contentaban con dejársela al anestesiólogo. Los nuevos especialistas tomaron la posición de esperar, puesto que los cirujanos más viejos y rígidos no estarían siempre con ellos y el tiempo estaba de su parte.
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Los únicos dos campos de batalla factibles eran las dos áreas que quedaban: las asociaciones profesionales y la estructura de acción hospitalaria. Los anestesiólogos desarrollaron estrategias en ambos campos e hicieron mucho por mejorar su posición.

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