Revista Cultura y Ocio

La ansiedad y la ira como motores I

Publicado el 28 noviembre 2011 por Vwollstein

…hoy hablaremos sobre la ansiedad.

La ansiedad y la ira como motores I

Ya sean tomados como emoción o como sentimiento nuestros personajes sin duda se encuentran de frente con la ansiedad y la ira. Estas son reacciones naturales y positivas que tienen para ponerles en alerta ante determinadas situaciones, que son consideradas como peligrosas. Sin embargo, también pueden ser emociones negativas que no funcionan como debieran, activándose ante estímulos inofensivos y provocando malestar y conductas inadecuadas. Comprender, conocer y admitir las emociones es el procedimiento para que nosotros sepamos cómo actúan nuestros personajes.

La ansiedad es una de esas emociones que sabemos que pueden manejar (o no) nuestros personajes y que puede ser vivida como desagradable, especialmente cuando se produce ante contextos sociales (por ejemplo, hablar en público) o ante situaciones que no entrañan ningún peligro (por ejemplo, subir en ascensor, salir a la calle, etc.).

Pero ¿qué es la ansiedad? La ansiedad consiste en un conjunto de sentimientos de miedo, inquietud, tensión, preocupación e inseguridad que experimentan nuestras “personas ideadas” ante situaciones que consideramos amenazantes (tanto física como psicológicamente). Esto es, la “ansiedad” incluye los siguientes componentes:

  • Los pensamientos y las imágenes mentales atemorizantes (cognitivo)
  • Las sensaciones físicas que se producen cuando se está nervioso o furioso (fisiológico).
  • Los comportamientos que son la consecuencia de la respuesta de ansiedad (conductual).

En la ansiedad, como en cualquier otra emoción, juega un papel muy importante el tipo de pensamientos que tienen los personajes y las reacciones físicas experimentadas. El modo en que nos comportamos cuando se está ansioso a menudo es inadecuado e interfiere en el funcionamiento normal.

Actividad propuesta:

  • Escribe un pequeño relato que describa un personaje que tiene ansiedad con una manifestación externa (que tenga fobia a subir en ascensor) o interior (no se siente amado por su familia).

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