La Argentina rumbea hacia el camino del mal

Información actualizada el 18/04/2012, a la 0h48
Cristina Fernández quiere nacionalizar la petrolífera YPF, del Grupo Repsol.
“...Y líbranos del mal. Amén”. Se necesitarían muchos Padres Nuestros para librar la Argentina del rumbo por el cual está siguiendo: el lunes 16 de abril, la presidenta Cristina Fernández ha enviado al Congreso un proyecto de ley para la nacionalización de 51 por ciento de las acciones de YPF, la petrolífera que pertenece a la española Repsol. De esa manera, dicho país sigue el malo camino de Venezuela, que expropia empresas y crea censura a los medios con su política “neosocialista”.
La decisión de Cristina Fernández fue conmemorada por su par venezolano, Hugo Chávez, quien emitió nota para saludarla.
“Por primera vez, desde que se desnacionalizó YPF en 1998, en el año 2011 nos convertimos en importadores netos de gas y petróleo, con un déficit de 3.029 millones de dólares. Es la primera vez en 17 años que Argentina tiene que hacerlo. La reducción en el saldo comercial fue entre el 2006 y el 2011 del 150%. En 2011 se produjo la importación de 9.300 millones de dólares en combustible”, lo ha informado la presidenta, al añadir que el pasado año, durante las elecciones, había faltado combustible.
El 49 por ciento restante de las acciones serían de las provincias. “Somos el único país de Latinoamérica y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales”, lo dijo la mandataria suramericana.
En nota, Repsol informó que “llevaría a cabo todas las medidas legales” para que fueran preservados sus activos y accionistas. Además, ha dicho que la expropiación era “ilícita y discriminatoria” y que el país violaría obligaciones asumidas con la privatización de YPF.
La compañía española detiene 57,43% de participación de YPF, con un valor contable de 4.122 millones de euros (cerca de 5.386 millones de dólares) el 31 de diciembre del año pasado, basado en la cotización de moneda de este martes 17 de abril. Sólo el 2011 ha producido más de 1.000 millones de barriles de petroleo.
La jefa de Estado aún añadió que querría convertir a Sudamérica en una región de “autoabastecimiento” y mantener una relación de “igual al igual” con Brasil y cerrar con Venezuela el “anillo energético”, a través de Petrobras y PDVSA, respectivamente.
La actitud de Cristina Fernández podría causar inseguridad en el mercado y pérdidas de inversores, por temer que la Argentina se convirtiera en una nación como la de su homólogo Hugo Chávez, que ya ha tomado bancos, siderúrgicas, una compañía de navegación e intenta obtener el control de la emisora de TV de oposición Globovisión, además de la persecución al canal RCTV, que fue cerrado el 2007 durante su gobierno.
El octubre del 2009, el Senado argentino aprobó la Ley de Audiovisual – promulgada por la mandataria – que no permite que los canales de TV tengan presencia en todo el territorio nacional y que las empresas de comunicación no pueden tener al mismo tiempo un canal de TV abierto y otro pagado.
La relación muy cercana de Chávez con sus vecinos ha influenciado, por ejemplo, al presidente de Bolivia, Evo Morales, traicionar a su “hermano” Lula – de Brasil – al nacionalizar la petrolífera Petrobras, el 2006. Los soldados bolivianos invadieron la sede de la compañía como si estuvieran tomando un espacio ocupado por criminales, semejante a una operación policial para la toma de favelas como se sucede en el gigante sudamericano.
La influencia que el líder venezolano ejerce sobre su par argentina es tan fuerte, que el marzo de 2011, Hugo Chávez fue galardonado con el premio “Rodolfo Walsh” de libertad de expresión, en la categoría Presidente Latinoamericano, en una universidad argentina. Quizás haya sido el premio por apoyarla en la reelección, según el sitio web Noticiero y Opinión, del mismo periodista de este OPINÓLOGO.COM.