Revista Opinión

La ausencia de UPyD en la investidura

Publicado el 05 marzo 2016 por Manuelvicente

A menos de dos meses para que se produzca la convocatoria inmediata de elecciones, da la impresión de que sólo un ridículo espantoso de alguien puede impedir que el 26-J volvamos a las urnas. Alianzas imposibles como PP-Podemos o Podemos-Ciudadanos al margen, las diversas opciones factibles llevan ineludiblemente aparejadas un cambio de voto difícil de explicar por su protagonista. Veamos.

Se puede calificar de imposible que Mariano Rajoy ordene a sus diputados que faciliten la investidura de Pedro Sánchez en un segundo intento de investidura, pero ¿lo hará el líder socialista con los suyos? Aparte de las duras acusaciones lanzadas contra el PP y de ser enemigo natural, ¿cómo explicaría Pedro Sánchez que va a facilitar que sea presidente aquel que le ha impedido a él serlo? El ridículo de Sánchez sería extraordinario, así que pasemos a otra opción.

Después de las acusaciones realizadas y de haber alcanzado un pacto con el PSOE, ¿va a ser bien recibido Albert Rivera por Mariano Rajoy, teniéndose en cuenta además que su alianza requiere de colaboración socialista? Pactando primero con la izquierda y después con la derecha, el ridículo del líder de Ciudadanos sería también espantoso.

Descartadas las opciones más moderadas, vayamos con la más radical. Después de haber bloqueado su investidura en primera instancia, ¿va a acceder Pedro Sánchez a las exigencias de Podemos? En este caso, tendría muy difícil explicar las razones que le han llevado a cambiar de opinión. Ese obstáculo, no obstante, es superable; más difícil tiene Albert Rivera explicar sus cambios de criterio anteriores y posteriores a las elecciones y ni se ruboriza. En esta hipótesis, el gran impedimento lo tendría Sánchez en sus propias filas, donde van a escocer durante mucho tiempo las durísimas descalificaciones de Pablo Iglesias hacia históricos dirigentes socialistas como Felipe González. Si ya antes de recibir esas andanadas los barones pusieron límites al pacto con Podemos, mucha menos colaboración va a recibir ahora Sánchez de ‘compañeros’ como Susana Díaz, entre otros.

¿Ocurrirá como en Cataluña, donde el día antes de expirar el plazo se consiguió un acuerdo ‘in extremis’? Esta pregunta puede plantearse de otra manera: ¿está dispuesto algún dirigente a hacer un ridículo espantoso con tal de que no haya elecciones el 26-J? Personalmente, lo dudo ya que todos los movimientos que han realizado hasta ahora han tenido como único propósito salvar su imagen personal. Ante todo este cúmulo de despropósitos, se echa en falta la presencia de una figura como la Rosa Díez de su mejor época. UPyD ha estado ausente en este debate de investidura y más de 150.000 personas lo hemos notado.


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