La autoestima es un concepto que hoy en día cobra mayor relevancia por la gran necesidad de sentirse mejor con uno mismo. El ser humano debe abrirse camino en el mundo desde sí mismo para sentirse mejor. No solamente con él, sino también con los demás. Para ello se requiere de un conocimiento que hay que desvelar en el interior de su persona.
Las personas buscamos el bienestar, la estabilidad de un centro (un equilibrio). Ese centro existe pero es difícil de permanecer ahí; cuando queremos permanecer en él aprendemos situaciones de estabilidad, pero estas duran poco. Estas situaciones se graban en la memoria y pensamos que la felicidad debe de ser eso (se crea una imagen de lo que es la felicidad en base a experiencias gratificantes). Del mismo modo, utilizamos las mismas respuestas para resolver los mismos problemas. Ya sea por la frustración que genera el no poder alcanzar la felicidad después de intentarlo como se cree correcto o por verse falto de recursos para hacer frente a los problemas, el no mantenernos en ese centro-equilibrio perjudica nuestra autoestima, sobrevalorando o infravalorando la imagen que tenemos de nosotros mismos. Obviamente, si queremos que los problemas cambien o mejorar nuestra autoestima debemos generar respuestas diferentes.
Desde un enfoque psico-corporal se puede afirmar que dichas respuestas son directamente proporcionales a la gestión que hacemos de nuestro cuerpo. Los bloqueos somáticos[1] en las diferentes estructuras corporales contribuyen a que la respuesta esté ya prefijada (una manera de “echar leña al fuego”, es decir, el modus operandi habitual ante una situación, a menudo de manera no consciente). Esta forma de gestionar nuestro cuerpo y nuestra psique nos acompaña desde hace mucho tiempo. Dentro de las diferentes estructuras corporales la respuesta psicosomática oscila desde el endurecimiento por exceso de voluntad (musculatura y carácter rígidos, control) hasta la depresión por colapso (estructura somática débil, incapaz de apoyar su propio estímulo).
El camino a la inversa nos revela que desde el cuerpo podemos acceder a nuestra mente. Es a través del trabajo con las emociones que podemos llegar a cambiar nuestra forma de pensar, pero no al revés. El cuerpo como instrumento nos da el mensaje para saber qué nos está pasando. La homeostasis[2] llevada a cabo a través del trabajo corporal daría lugar a lo que llamamos el “Equilibrio Inteligente”: Una regulación integral a nivel físico, emocional y psicológico. Un individuo enraizado en su realidad somática es capaz de autoexpresarse de acuerdo con sus facultades intrínsecas y favorecer así una autoestima real basada en quien se es y no en quien se piensa que se es.
Próximas Jornadas de Autoestima para noviembre de 2012 en la casa de cultura de Andújar, Jaén:- Conferencia: “El Equilibrio Inteligente”. 9 de noviembre a las 20:00h. Asistencia gratuita.
- Taller de Autoestima. 10 y 11 de Noviembre.
Imparte las jornadas Julio Carrizo Casas, psicoterapeuta miembro de la Asociación Sol.
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Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure