Revista Cultura y Ocio

La Batalla de Vimy Ridge: El planeamiento de la ofensiva Arras

Por Joaquintoledo

La infantería machacaría a los germanos en todo el frente protegiendo siempre el avance aliado. Entonces el plan aliado sería: primero tomar la línea negra, y luego la línea Roja. Las unidades de refresco y reserva continuarían avanzando hasta tomar la Línea Azul. A esta seguiría la Línea Marrón. El plan debía ser ejecutado en cuestión de horas y se estimaba que los alemanes irían siendo encerrados y empujados desde el norte al sur progresivamente y se penetraría alrededor de 3700 metros en su frente, habiendo conseguido la mayor parte de la cresta hacia la una de la tarde del primer día de batalla.


Los planes alemanes

Ya hemos mencionado que los germanos poseían casi 45 mil soldados en el frente donde los aliados dispondrían de casi el cuádruple. Ellos también habían obtenido experiencia y querían abandonar la guerra de trincheras para poder realizar una guerra de movimientos, no obstante no descuidaron la cresta de Vimy y construyeron allí y alrededor toda una red defensiva que sería considerablemente difícil de tomar. Sin embargo,  en la misa cresta, a la hora del ataque los defensores alemanes sólo eran unos centenares cuando las verdaderas reservas se hallaban varios kilómetros atrás, lo cual fue considerado por la inteligencia aliada. Ambos bandos además construyeron trincheras y algunos reductos que no serían aprovechadas del todo, fue una batalla relativamente rápida, algo que sorprendió a los mismos aliados.
El ataque
Los alemanes detectaron semanas antes la ofensiva, debido al incremento de tropas en el área, por ende un ataque al oeste de Arras parecía inminente, inclusive un desertor y traidor canadiense ayudó a resolver la curiosidad alemana. Cuando el 20 de marzo de 1917 la artillería canadiense estalló sobre las líneas alemanas, ya no quedaron dudas. Fueron días y días de intensos bombardeos que hostigaban y estresaban a los alemanes, el general von Falkenhausen se vio obligado a reemplazar a sus tropas pero al precio de dejar el frente casi desprotegido. El asalto principal, comenzó el 9 de abril.
Aquel día, a las 5:30 de la mañana en medio de un clima frio y nevoso los aliados estaban casi listos para llevar a cabo la ofensiva. La artillería sólo se detuvo minutos antes del ataque. Luego de un avance modesto, los proyectiles demostraron haber hecho mella en los alemanes y para casi las 7 de la mañana una división canadiense había tomado la Línea Roja, otro grupo tomo el pueblo de Les Tilleuls. Sólo la 4 División Canadiense no logró su objetivo inmediatamente y un brutal combate por las trincheras alemanas dio origen y muchos canadienses fueron muertos o heridos. En la cresta uno desesperados alemanes clamaban por refuerzos hacia el anochecer y el Alto Mando Alemán se los hizo llegar a duras penas y no en las cantidades necesarias, los equipos también escaseaban, armas, comida y municiones era algo que no sobraba.
Al día siguiente, 10 de abril, los británicos movieron sus fuerzas hacia la Línea Roja para poder así ayudar a los canadienses, y luego hacia la Línea Azul. Se tuvo éxito y se avanzó tomando la colina 135 y el pueblo de Thelus. Se trajo artillería y los soldados hicieron un alto para reorganizarse. El ataque se reanudó a la 1 con gran éxito pues los alemanes fueron repelidos en varios de sus posiciones, hasta que al final se ven obligados a rendirse y a huir humillados moviendo sus baterías a duras penas. Para la noche del 10 de abril sólo restaba un objetivo en la lista de los canadienses.


El ataque final

El ataque de la jornada del 12 de abril significaría el ataque final contra Alemania, en el cual se bombardearon intensamente sus últimas defensas en la cresta, inclusive con gas un día antes, que acabó por traumar a unos desesperados germanos. Sin embargo,  estos sacaron fuerzas de flaqueza y horas antes del ataque en la madrugada habían respondido también pero con artillería intensa.

Luego de un ataque devastador y una batalla extenuante que duró todo el día, los aliados por fin capturaron el último punto alrededor de la 6 de la tarde, a propósito los alemanes no dejaron de combatir ni un solo momento y gran parte de sus escasas fuerzas fueron arrolladas y muertas. Hacia final del día los canadienses se habían anotado una victoria contundente como parte de la batalla de Arras, con casi todo el control de la importantísima cresta. Para tomarlo los canadienses habían sufrido 10602 bajas distribuidas del siguiente modo: 3598 muertos y 7004 muertos.

Los alemanes, casi todos fueron desaparecidos, muertos o heridos, sólo hubo 4 mil prisioneros de los 45 mil iniciales. En Arras, al inicio de la ofensiva los alemanes ya habían sufrido una desgarradora derrota y Hindenburg ordena inmediatamente refuerzos y una defensa más contundente en todo el sector, si bien ya era algo tarde para reparar las pérdidas. Por ello el general Von Falkenhausen es removido de su cargo y transferido a Bélgica donde desempeñó un cargo menor.

De ahí en más los alemanes no intentarían recuperar la cresta, si bien ejecutaron operaciones cercanas, y la misma permanecería en manos aliadas hasta el fin de la guerra. La batalla de Arras dejaría una victoria agridulce a los aliados, pero siempre complicando a los alemanes. Al fin y al cabo era una batalla más con ingentes pérdidas humanas de aquella brutal contienda que no parecía tener fin ni un ganador fijo en aquellos momentos.


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