Revista Opinión

La batalla por Israel

Publicado el 05 julio 2016 por Emethgolem @NombredeIsrael

Bandera de Israel.

Por Eli Cohen

El último número de la revista Foreign Affairs se titula “The struggle for Israel” (La batalla por Israel) y la portada es reveladora de su contenido: una estrella de David en disputa entre varias manos: la de un religioso, la de un hombre de mediana edad, la de un emprendedor tecnológico y la de un palestino.

Dos entrevistas a las mujeres más poderosas de Israel, la ministra de Justicia –Ayelet Shaked– y la exministra de Justicia y de Exteriores Tzipi Livni, y artículos de Aluf Benn (director de Haaretz), Robert Danin (Council on Foreign Relations), Asad Ghanem (profesor árabe israelí de la Universidad de Haifa), Amos Harel (uno de los expertos en asuntos militares y estratégicos más reputados de Israel) y Martin Kramer (presidente del Shalem College) nos arrojan información y análisis valiosísimos sobre cómo es Israel hoy, cómo ha cambiado y cuál puede ser su futuro en un entorno más inestable que nunca. También se analiza el giro social y político del último Gobierno de Bibi, la situación de los árabes israelíes y la relación con los EEUU después del acuerdo con Irán y de su retirada de Oriente Medio.

Tras una lectura apasionante de este número 4 del volumen 95 de la legendaria revista, extraemos los siguientes bullet points:

Un nuevo Israel

  • Según Aluf Benn, Ben Gurión era de izquierdas, pero no progresista en el sentido actual (liberal en inglés). Es decir, económicamente era intervencionista, mientras el mainstreamprogresista abraza el libre mercado, aunque regulado. Ese tipo de líder ya no existe en Israel y esa ideología es minoritaria.
  • El establishment ashkenazí de izquierdas que dirigió el país en sus inicios discriminó a los sefardíes y a los mizrajíes. La derecha dio un vuelco a esa situación y se apoya en los sefardíes y los mizrajíes.
  • Netanyahu ha transformado la élite del país y su estructura social. Netanyahu y su posible sucesor natural, Naftalí Bennett, son lo contrario a todos los primeros ministros que ha habido hasta Sharón (granjeros que se convirtieron en hombres de Estado); son urbanitas, de derechas, capitalistas, proclives a la narrativa religiosa, y se han desarrollado como profesionales en EEUU.
  • Netanyahu y Ehud Barak planearon durante tres años el bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán y a ello destinaron una gran partida presupuestaria: 3.000 millones de dólares habría supuesto el coste de la operación.
  • En Israel, Obama es percibido más negativamente que en otros países, como Rusia o India.
  • Los israelíes quieren la paz, pero no están nada seguros de que la solución sea un Estado palestino, y más aún con lo que están haciéndose los árabes allende sus fronteras.
  • Bennett, como ministro de Educación, está cambiando la narrativa histórica de Israel en los libros de texto: de los pioneros de izquierdas que hacían florecer el desierto fusil en ristre a los colonos de derechas que repueblan la tierra de sus ancestros.

Israel entre las naciones

  • Israel está aplicando una actualización de la Doctrina de la Periferia de Ben Gurión: establecer alianzas en la periferia de Oriente Medio. De ahí sus relaciones con países de África, Rusia o la India.
  • También el ideal de la independencia militar reside en la doctrina de la no identificación de Ben Gurión: defenderse por sí mismo sin la necesidad de depender de una gran potencia. EEUU se va de Oriente Medio y hay que hacer deberes por si las cosas se ponen aún más feas.
  • Según una reciente encuesta del Pew Research Center, cada generación de estadounidenses se muestra más antipática hacia Israel que la anterior.
  • En 2013 la Liga Árabe cedió en algunas de sus posturas recogidas en el plan saudí para la paz de 2002, que adoptó en su día. Acepta los land swaps como fórmula para definir las fronteras del futuro Estado palestino. En la comunidad militar israelí se oyen voces cada vez más favorables a este plan de paz: incluso Netanyahu ha dicho, tras el fiasco de la Conferencia de París, que está dispuesto a usarlo como base de las negociaciones.
  • Israel debería aplicar a sus relaciones internacionales el mismo enfoque innovador y emprendedor que utiliza en el mercado tecnológico.

Árabes Israelíes

  • Actualmente, 1,7 millones de árabes son ciudadanos israelíes, el 21% por ciento de la población. El tercer partido político más votado en Israel es la Lista Árabe Unida, que aglutina a los tres partidos árabes que tenían representación en la Knéset: Balad, Jadash y Taal.
  • Veinte mil árabes israelíes estudian en universidades israelíes. Un tercio son mujeres. Diez mil estudian en el extranjero. La mitad de la población árabe es menor de 20 años, y 66 de las 112 localidades con más de 5.000 habitantes tienen mayoría de población árabe.
  • La renta media de los hogares judíos es un 70% por ciento mayor que la de los hogares árabes.
  • El 50 por ciento de los árabes israelíes está de acuerdo con la idea de vivir en barrios de mayoría judía. El 71% por ciento apoya la solución de dos Estados. El 76% está a favor de que la Lista Árabe Unida colabore con partidos judíos en la Knéset.
  • No obstante, también hay tendencias preocupantes. El 33% está a favor de boicotear las elecciones legislativas, el 19% apoya cualquier método –incluso la violencia– para luchar contra la desigualdad y el 54% dice que es justificable una intifada doméstica si la situación de desigualdad no es paliada.
  • Los árabes sufren discriminación social, hay desigualdad económica, pero saben que están mejor que en cualquier país árabe del entorno.
  • Ha crecido el racismo contra los árabes entre los israelíes, una muestra de ello es la declaración del quizás último pionero sionista metido a político, el defenestrado ministro de Defensa, y vieja guardia del Likud, Moshé Boogie Yaalón: “He luchado toda mi vida contra las manifestaciones de extremismo, de violencia y de racismo en la sociedad israelí, que están amenazando su solidez y también hiriendo al Ejército”. El jefe adjunto del Estado Mayor, Yair Golán, dijo que, tras la intifada de los cuchillos, muchas actitudes de los israelíes le recuerdan a la Alemania de los años 30. Luego se retractó de sus declaraciones.

El Ejército israelí y su evolución ante las nuevas amenazas

  • Ya no existe la amenaza de que un Ejército árabe regular invada Israel.
  • La desaparición de las amenazas convencionales a las que se enfrentaba Israel en el pasado es producto no sólo del caos en Oriente Medio, también de la abismal superioridad del Ejército israelí.
  • El ISIS representa una amenaza para Israel, pero no tan peligrosa como Hezbolá.
  • Israel se ha convertido en lo que Edward Ludvik llama “sociedad post-heórica”, una sociedad menos dispuesta a arriesgar las vidas de sus más jóvenes en guerras que no consideran vitales –a diferencia de la generación post-Holocausto que fundó el país.
  • Hoy, sólo el 73% de los israelíes varones y el 58% de las mujeres elegibles hacen el servicio militar. Lo que incrementa día a día las tensiones entre la mayoría y el segmento ultraortodoxo.
  • Los religiosos nacionalistas han incrementado su presencia en el Ejército. Entre 1990 y 2010, el porcentaje de oficiales religiosos ha pasado del 2,5 al 40.
  • El jefe del Estado Mayor, Gadi Eizenkot, ha diseñado un plan quinquenal para reducir los efectivos del Ejército y aumentar la especialización en la guerra asimétrica.

Israel en el Oriente Medio post-americano

  • Netanyahu tiene aversión al riesgo, por eso gana elecciones: no lucha guerras innecesarias pero tampoco se hace ilusiones con la paz.
  • Israel, pese al aumento del radicalismo, que sigue estando en la marginalidad, nunca ha sufrido una regresión autoritaria, y ha resistido guerras y olas de terrorismo.
  • El BDS tampoco preocupa tanto: Yosi Vardi, el gurú tecnológico más famoso de Israel, ha dicho: “No estoy preocupado por el efecto económico del BDS. Hemos sido objeto de boicots anteriormente”.
  • Muchos israelíes piensan que la ocupación es mejor que la alternativa.
  • Israel sigue expuesto a muchas amenazas, pero nunca antes había estado tan preparado para confrontarlas.
  • EEUU se ha ido de Oriente Medio. Hay que asumirlo.
  • La relación con los EEUU es ahora irrompible, pero no lo será siempre.
  • El día en que los judíos vuelvan a estar solos llegará.
  • Sólo cuando los enemigos de Israel acepten la supremacía militar y económica israelí se reconciliarán con la idea de su existencia.

Conclusiones

En conclusión, estamos ante un nuevo Israel, más capitalista en lo económico y más conservador en lo político, donde los árabes israelíes gozan de igualdad real pero no material. Un Israel distinto dentro de un nuevo Oriente Medio sumido en el caos, que padece la retirada de Estados Unidos, que tiene nuevas y muy diferentes amenazas y que tiene aún retos históricos por superar.

Fuente: Revista el medio


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