Revista Cultura y Ocio

La Belle Époque

Por Cayetano
La Belle Époque
La Belle Époque fue un periodo de nuestra historia cuyos extremos cronológicos estarían marcados por dos fechas significativas: 1871, fin de la Guerra Franco-Prusiana y 1914, el estallido de la Primera Guerra Mundial. Tras la primera, que dio lugar a la aparición de la Alemania contemporánea, Europa comenzó a vivir una etapa de paz que posibilitó que muchas naciones entraran en una senda de avances y desarrollo económico. Fue en efecto una época caracterizada por el optimismo, la confianza en el futuro y la fe en el progreso. Europa, de la mano del capitalismo imperialista, fortalecida tras su expansión colonial por Asia y África, iniciaba una etapa decisiva donde la tecnología, la ciencia, la economía y la cultura parecían ir de la mano prometiendo un futuro mejor para las siguientes generaciones. La Belle Époque
La Belle Époque La Belle Époque La Belle Époque La electricidad y el petróleo tomaron el relevo del carbón y del vapor. Se desarrollaron los ferrocarriles, el teléfono, el telégrafo, los automóviles, el avión…. Aparecieron los rayos X, los antibióticos, las vacunas. Todo aquello constituía una auténtica revolución tecnológica, un tiempo de bienestar que prometía no tener fin. Se denominó posteriormente así, “Belle Époque”, con esa expresión francesa, por pura nostalgia: una manera de bautizar a un tiempo de esperanza que se volatilizó en el aire, una especie de sueño frustrado o de paraíso perdido tras el terrible shock que supuso el estallido de la Gran Guerra. La Belle Époque El desastre del Titánic, además de constituir por sí mismo un presagio, se convirtió en la metáfora del hundimiento de todo un continente, el europeo.
¿Estaremos viviendo ahora los últimos años de una nueva “Belle Époque”?

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