Icíar Bollaín fue una de las principales directoras que surgieron a principios de los 90, década de oro para nuevos cineastas que han mantenido y constatado su presencia en la industria del cine español hasta nuestros días, ahora llega a nuestros cines "La boda de Rosa". Junto a Isabel Coixet y Gracia Querejeta, Bollaín inició su cine con un gran aliento femenino (y feminista) con personajes tan peculiares, complejos y decisivos como los de Hola, ¿Estás sola? (1995), Te doy mis ojos (2003) o Mataharis (2007).
Esta clara visión femenina ha seguido en su carrera hasta nuestros días, quizá acercándose más al tono cómico y emocional de su ópera prima, que a los dramas crudos que la siguieron después. Son el caso de El olivo (2016) o esta La boda de Rosa (2020), que con una clara vocación de reivindicación de la libertad personal de las mujeres, modula con simpatía y buen hacer el contenido que la sustenta.
Rosa es una mujer de 45 años que basa su vida en cuidar a los demás. Trabaja día y noche, sin prestarse atención a sí misma, y los pocos ratos libres que tiene los cubre cuidando a su padre viudo y a sus sobrinos. Siendo la más pequeña de tres hermanos, Rosa se ha hecho cargo de su padre los últimos años, más por decisión ajena que propia (su padre solo quiere que la cuide ella). Sus hermanos viven su vida y no se preocupan por nadie más que por ellos mismos. Por eso, quizá, tampoco les va muy bien. Su hermana comienza a tener problemas con el alcohol y su hermano está en trámites de una separación que no acepta.
De este modo, cuando su padre decide mudarse a vivir con ella sin previo aviso, Rosa explota y decide dejarlo todo atrás, mudándose al antiguo pueblo familiar en la playa. Allí intentará empezar una nueva vida, no sin antes celebrar con sus seres queridos la unión con la persona más importante de su vida: ella misma.
El amor propio y la importancia de cuidarse a uno mismo es el concepto fundamental que atraviesa La boda de Rosa, una propuesta amable y de tono tragicómico que acaba alimentándose de ese estilo feel good movie que suele despertar las sonrisas y simpatías del patio de butacas.
Con un excelente reparto, liderado por la siempre natural Candela Peña, la película peca de cierto aire rutinario en sus formas y guion. A pesar de construir unos personajes fuertes, secundarios incluidos, todo se torna excesivamente previsible en su segunda parte y solo el sustento cómico de unos perfectos Sergi López y Nathalie Poza (los hermanos de Rosa) consigue mantener a flote la trama.
Una trama que, en ocasiones, le hace preguntarse a uno hasta que punto no es peligroso cierta tendencia egoísta que todos los personajes tienen, Rosa incluida. Porque cierto es que la importancia de cuidarse a uno mismo es primordial, y que personajes como el de Rosa deben hablar alto y claro para no ser utilizados, pero también acaba quedando en el aire cierto aspecto de despreocupación que no es del todo justo con personajes más necesitados como el del padre. Y no es que la película simplemente retrate este lado humano, si no que lo celebra.
Aun así, más allá de esta parte puramente moral y argumental, La boda de Rosa consigue su objetivo de encandilar al público y llevarle por una cinta con la que es difícil no verse reflejado en alguna de las partes, y que tiene su principal baza en la excelente dirección de actores y en el estilo naturalista de la cineasta: con una cámara en mano que fluye entre las conversaciones y postula esas ganas de libertad que el personaje ansía.
La nueva obra de Icíar Bollaín no busca mucho. Tampoco lo encuentra. Pero por el camino deja, al menos, unas horas de entretenimiento y buen rollo que son gratos de encontrar en las carteleras de esta etapa pandémica.
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- ##check## Lo bueno
- La amabilidad de la propuesta y ese tono ligero de las comedias dramáticas de Icíar Bollaín con el que es muy fácil empatizar.
El excelente reparto. - ##times## Lo malo
- La amabilidad de la propuesta, que lejos de lograr la simpatía del espectador, no puede escapar del terreno excesivamente conocido y previsible.
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- Ambientación 5.5
- Correcta. No es una película que destaque por su apartado artístico y visual, pero la ambientación siempre va acorde con el tono de la cinta.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- Es interesante, pues todos los personajes (principales y secundarios) tienen su hilo de desarrollo. Desde la propia Rosa a sus hermanos, su hija o su padre. Es una película muy de personajes y Bollaín controla bien sus características, aunque no logren salirse del manual.
- Argumento / Guión 5.5
- El punto de partida es divertido y reflexivo. La película tiene un guion que modula muy bien la parte más dramática de la protagonista, con esa comedia que sale especialmente de los secundarios. Es un guion común, resuelto con excesiva previsibilidad, pero que funcionará para ese público que busque un cine simpático. Aun así, moralmente surgen ciertas dudas con algunos temas.
- Banda Sonora 6.0
- Correcta. Acompaña a la película con sencillez y buen tono.
- Entretenimiento 6.0
- Es una película entretenida, que se ve fácil. Hacia el final se nota algo estancada en su propia historia y localizaciones, pero aun así funciona como feel good movie de tono ligero, pero reivindicativo.
- Montaje / Innovación técnica 5.5
- Es el apartado menos interesante de la cinta. Poco que destacar, está dirigida con el estilo naturalista y amable de El olivo (2016) u otras películas similares de la directora. Un montaje pasable, aunque algo mecánico.
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- Puntuación Total 6 / 10
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