La broma bipolar

Se hace un debate.
Y entonces todos los periódicos escriben de pepes o de pesoes, todas las teles enseñan a pepes y pesoes y las radios hablan de pepes y pesoes. ¿Os estáis quedando conmigo?    Y esto es la supuesta “democracia” en la que los españoles escogemos nuestros líderes. Dos rufianes que se insultan y se arremeten el uno contra el otro. ¿Cuarenta y cinco millones de habitantes solo merecemos dos candidatos? Vaya, el futuro de España depende de un títere de voz áspera con menos ideas que un trozo de papel en blanco y como oposición suya, tenemos a alguien que ya se le fueron sus ideas, conformista y segundón. Joder, vaya mierda y que saben estos tipos de gobernar, y menos a cuarenta y cinco millones. ¿Han creado una empresa que facture miles de millones de euros? ¿Han dado empleo en su empresa aunque sea a cien empleado? ¿Saben lo que cuesta tener que pagar nóminas o a las SS? Igual que para cualquier empleo, creo que un aspirante a gobernante debía de tener un currículum en el que expusiera experiencia de algo más que de decir tonterías.   ¿Donde están los demás candidatos que no los veo? Al menos si hubiese un aspirante por millón de habitantes, o al menos uno por cada diez millones. No lo entiendo, para mi esto no es una democracia, para mi es un encubrimiento de un partido bipolar. Ahora toca otros ocho años aguantando al pepe-sismo y luego volveremos al pesoe-sismo, realmente solo veo en esta situación pesimismo, no puedo ser optimista con algo en lo que no creo. ¿Realmente va a cambiar algo? Podrán retirar leyes y poner nuevas, muy bien y muy mal, luego a los ocho años otro cambio similar, a callar bocas de ciudadanos, que para eso son tontos y van a seguir votando como borregos que son, y mientras tanto, los integrantes del partido bipolar, a seguir engordando sus bolsillos, pues que más da que gobierne pepe o pesoe, Rajoy o Rubalcaba, total pase lo que pase, ambos ganaran mucho dinero tras estas elecciones, tendrán coches de lujos, hijos en colegios privados, sanidad privada, seguridad y los ciudadanos serán los mismos idiotas que al principio idolatraran al nuevo presidente por las medidas que tome y cuando cumpla sus ocho años lo aborrecerá, para que venga el próximo candidato con la otra cara del partido bipolar.