La cadencia en el pedaleo

Casi todos los que montan en bicicleta lo hacen por instinto, porque aprendieron así desde pequeños la primera vez que montaron en bicicleta. De todos modos, aunque parezca una exageración, hasta el pedaleo tiene su técnica. Pareciera ser algo increíblemente sencillo, pero hacerlo bien requiere aprender un poco más de lo que uno aprende por cuenta propia.

Uno de los factores más importantes es el ritmo. La clave está en aplicar fuerza con una pierna en el momento correcto, en el momento en que se debe aplicar. Si uno aplica fuerza antes entonces no solo está desperdiciando energía sino que tiene un efecto contraproducente al pedaleo. Como regla general uno debe comenzar a aplicar fuerza al pedal a penas un poco antes de que este pase por el punto superior y desde ahí en adelante casi hasta llegar al punto inferior. De este modo el ritmo del pedaleo es el adecuado. Es cierto que se hace un poco más difícil en cambios más “livianos” cuando es más la velocidad del pedaleo que la fuerza aplicada. Pero con un poco de práctica se puede dominar.

El siguiente punto a tener en cuenta es el del movimiento del pie. Como regla general se debe bajar ligeramente el talón desde el punto de 90º posterior al punto superior del arco. Hay que tener presente que este movimiento debe ser ligero, no exagerado. Siempre que se monte en bicicleta en ruta es recomendable estar atento a los alrededores y las cosas que suceden cerca de uno. Es entonces recomendable practicar este punto en una bicicleta fija ya que ahí sí uno puede mirar su pie y determinar qué cantidad de inclinación aplica al talón. El cuerpo humano cuenta con lo que se llama memoria muscular, y en resumidas cuentas quiere decir que una vez que un movimiento se practica muchas veces el cuerpo recuerda cómo mover cada músculo para repetir el movimiento de la misma manera cada vez que se realiza. Una vez que está dominado entonces se puede aplicar a cuando se monta en bicicleta en ruta.

Uno de los puntos en lo que muchos ciclistas fallan es que bajan demasiado la punta el pie, los dedos terminan apuntando hacia abajo. El problema de esto es que el cuádriceps ya no aplica tanta fuerza de empuje al pedal sino que es parcialmente reemplazado por el izquiotibial en un movimiento opuesto. El problema que esto supone es que no se aprovecha tanto la energía y se pierde velocidad o impulso. En una ruta sin pendiente casi no se nota la diferencia, pero cuando uno se encuentra trepando alguna colina ahí sí va a notar una disminución en el desempeño en general.

Teniendo en cuenta estos puntos y siguiente estos consejos uno puede mejorar notablemente el pedaleo y puede optimizar la energía del cuerpo para lograr los mejores resultados posibles al montar en bicicleta. En caso de ser necesario uno puede practicar en una bicicleta fija hasta que el cuerpo memorice los movimientos y una vez que se sale a la ruta en una bicicleta, va a notar un gran cambio positivo en los resultados.