Revista Cultura y Ocio

La canción más endiabladamente pegadiza

Publicado el 04 abril 2015 por Vivalamusica @VivaLaMusicaWeb

Como saben, apenas quedan ya unos días para la celebración de Eurovisión. Y en fin, ya podrán perdonarnos que flaquee nuestro patriotismo pero en esta edición no podemos desear otra victoria que la de los finlandeses Pertti Kurikan Nimipäivät. Además de un nombre algo más comercial alguien podría señalar que les falta algo… tal vez un estribillo realmente pegadizo. Sí, eso es. Una de esas melodías virales que una vez se te meten en la cabeza ya no hay manera de olvidarlas. Se nos ocurren unos cuantos ejemplos, así que ahí va una selección de música de la buena para ir abriendo el apetito. Voten o añadan las ausencias imperdonable.

Mahna Mahna, de los Teleñecos

Poca gente sabe que originalmente esta canción pertenecía a la banda sonora de una película porno sueca de los años sesenta, véase qué forma tan sutil y perversa de corromper la mente de los niños. La cuestión es que poco tiempo después esta composición de Piero Umiliani fue interpretada por estos muñecos peludos tan entrañables y esa es la versión que quedó en el imaginario colectivo. Retamos a cualquiera a que escuche diez segundos y luego no canturree ni una sola sola vez el maná-maná a lo largo del día. No se puede.


Suspiros de España

El pasodoble que Antonio Álvarez Alonso compuso a comienzos del siglo XX ha tenido multitud de versiones desde entonces y todas ellas memorables, desde la de Estrellita Castro hasta la de el Cigala, pero la que nos deja la carne de gallina y retumba contra nuestras neuronas como la bolita del Arkanoid es la que entonó este almeriense inmortal que fue Manolo Escobar.


El puente sobre el río Kwai

La que sin duda es una de las mejores películas del cine bélico obtuvo siete Óscars, correspondiendo uno de ellos a su conocidísima banda sonora. Esa melodía con la que los prisioneros acompañaban su trabajo se contagia a la manera de un bostezo obligándola a silbar a todo aquel que la escucha, no hay manera de resistirse. Era originalmente “La Marcha del Coronel Bogey”, a la que la propaganda británica añadió durante la Segunda Guerra Mundial la letra:

Hitler has only got one ball,
Göring has two but very small,
Himmler has something sim’lar,
But poor old Goebbels has no balls at all.


The Final Countdown, de Europe

Ese piribi-pi-piribi-pipi se introduce hasta el fondo del cerebelo con tanta facilidad que puede llegar a ser una melodía realmente odiosa, pero hay que aceptarla y aprender a convivir con ella porque hasta el esperemos lejano día de nuestra muerte tendremos que oírla varios miles de veces más. Probablemente nunca haya sido mejor versionada que por el organillo gitano que le añadió Gigatrón.


 

Una vaina loca, de Fuego

El reguetón no podía faltar y el día que en Eurovisión todas las canciones pertenezcan a este estilo seremos plenamente dichosos. Miren qué contento baila Van Damme en esta versión que podrán escuchar durante diez horas seguidas.


La barbacoa, de Georgie Dann

Los franceses han sabido siempre venderse a sí mismos como representantes de la alta cultura, pero que Georgie Dann es uno de los suyos no lo dirán, no. Si nos ponemos a enumerar sus grandes éxitos podría llenar él solo esta lista; queda por ver si es debido a un talento prodigioso o es que al fin y al cabo siempre canta el mismo tema pero cambiándole el nombre. “La batidora”, “La cerveza”, “Los huevos”, “El dinosaurio”… qué cabrón, este te compone una canción mientras espera que el semáforo se ponga verde. Como Pau Donés, pero en bueno. En el caso que hemos seleccionado nos narra una historia de la vida cotidiana de forma sencilla, sin florituras ni aspavientos, aunque ese remate de “barbekiú” en inglés le da un toque cosmopolita y moderno que siempre nos ha fascinado.


 

Aserejé, de las Ketchup

Si Emilio Botín, que en gloria esté, cantase el tema “Rapper’s Delight“ el resultado sería el «Aserejé», que tuvo un éxito gigantesco y vendió un gritón de copias en todo el planeta. Puede que alguien felizmente haya conseguido olvidarlo con el paso de los años, pues aquí lo recordamos.


 

Sweet Home Alabama, de Lynyrd Skynyrd

Este grupo de rock sureño de peculiar nombre ha tenido una larga y accidentada trayectoria aunque su éxito con esta canción fue desorbitado. De las versiones que se han hecho cabe destacar “Miña terra galega” de Siniestro Total.


 

Movie Record

Nunca llegamos a enterarnos de qué era exactamente esto de Movie Record, simplemente es algo que suena en el cine antes de una película y cuyo fiú fiú como de rayo láser da ganas de imitar con la voz. El compositor es Antonio Areta, todo un genio de la música dado que es también el autor de «Vamos a la cama», una sintonía grabada a fuego para quienes ya tengan una edad respetable.


I Wanna Be Sedated, de los Ramones

Si descuidadamente han ido pinchando todos los vídeos de esta encuesta, sus cerebros serán ahora mismo un pandemonio de melodías imposibles de extirpar. Pues bien, dejamos esto para el final. De la amplia producción de melodías vocales de los punkrockers neoyorkinos destacamos el estribillo de esta canción. Prueben a canturrear el pam-pam-pampam-pampam-pam-pampam del estribillo y notarán cómo sustituye a esa otra canción de la que no se podían despegar.


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