La Cánula de Guedel salvó a Diego Llorente, el médico del filial del Madrid "premiado" con la expulsión

Dos cosas deberían servir de lección despues del incidente en que LLorente, jugador del filial del Real Madrid tuvo que ser atendido al quedar tendido en el cesped como vemos en el vídeo de La Sexta.
Lo primero alegrarnos de que el golpe se quedase en un simple susto como comenta en su twiter el futbolista, pero no olvidándonos de que pudo ser peor, ya que la actuación rápida del doctor y el uso del tubo de Guedel probablemente salvasen la vida de Diego. Pero en este caso hablamos de un equipo con su médico y pocos son los que disponen de esta posibilidad, lo que si está o debería estar en todos los botiquines desde chavales prebenjamines hasta el último equipo de regional, es la cánula y especialmente alguien que sepa como utilizarla llegado el momento.
 La reacción del colegiado expulsando al doctor por entrar al campo sin su permiso fue todo un exceso de la interpretación del reglamento. Basta un poco de psicología para saber cuando alguien finge o está ocurriendo algo distinto y muy grave, además de distinguir entre una lesión en un pie que puede esperar unos segundos o alguien que queda tendido en el campo. Si, en su descargo habrá que comentar que en general no se ayuda con tanto "espabilado" que intenta engañar y el médico supo ver antes que el árbitro la gravedad de la situación, pero una vez comprobada la inesixtencia de engaño y el riesgo vital, la expulsión sobra y será de sentido común el que se la retiren, aunque en este caso parece lo menos importante. 
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