Revista Arquitectura

La casa en Braga, de Mario Louro.

Por A-Cero Blog

La casa en Braga, de Mario Louro.

Hoy os recomiendo esta vivienda del arquitecto luso Mario Louro. Esta vivienda de forma geométrica y abstracta donde predominan las líneas limpias y la atención minimalista, contrasta de forma intencionada con las curvas suaves de arena roja que forma el  paisaje del Río Cavado en Braga, en Portugal.

La casa en Braga, de Mario Louro.

Se plantea como bloque, una caja blanca de 32 metros de longitud por 12 de ancho sustentada por unos finos pilares circulares de hormigón, inclinados en uno de sus lados. Un tabique de piedra que recorta el espacio del garaje sirve también de base parcial a la vivienda.
La vivienda, encuadrada en un marco de hormigón armado, está dividida en dos partes funcionales por un tabique, diferenciando las zonas de día y de noche.

La casa en Braga, de Mario Louro.

La fachada principal está situada al oeste, en la que se encuentra la zona día. Se trata una fachada acristalada continua de 32 metros de longitud y tres metros más atrás con respeto al borde externo de la estructura. La casa cuenta por tanto con un porche integrado en la propia arquitectura  con una espléndida vista panorámica. Tras esta pared acristalada quedan las zonas comunes como el salón (siempre visible desde el exterior), el comedor, la cocina y el despacho. Además, una de las características de esta casa es que el arquitecto ha ubicado la piscina, de 10 metros de largo por 2,50 de ancho, prácticamente en el centro de la vivienda.

La casa en Braga, de Mario Louro.

De este modo, la piscina (excavada en el propio montículo en el que se apoya la construcción) forma parte también de las dependencias diurnas y comunes, pero también, dada su proximidad con el cuarto de baño (por uno de los laterales acristalados), en un complemento de la zona de aseo.Las paredes de cristal que rodean la piscina pueden abrirse y cerrarse, ampliando el espacio interior de las estancias colindantes o convirtiéndola en una vitrina-estanque, revestida con un mosaico vítreo de 1x1cm y techado de madera.

La casa en Braga, de Mario Louro.

La fachada este, destinada a los ambientes privados, tiene un aspecto más robusto. En su interior las habitaciones, de diferentes volúmenes unas de otras, tienen claraboyas en lugar de ventanas, donde la luz y el aire penetran y se distribuyen por el resto de espacios.

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