Revista En Femenino

La casa flotante. Noe visto por La Maquiné

Por Esparcer @Esparcer
La casa flotante. Noe visto por La Maquiné La casa flotante, es una obra de La Maquiné que aúna distintas disciplinas escénicas: teatro, marionetas, sombras, proyecciones, música y hasta unos toques de danza.
Basándose en el mito del diluvio universal y el Arca de Noé, encandila al público, tanto infantil como adulto. La versión es muy libre, de hecho, Noé es una niña que sueña con ver la lluvia y el arcoiris. Y no llueve porque el ser humano no se ha portado de forma debida con la tierra y esta se ha vuelto árida y deshabitada. Sin embargo, Noe, la niña, ama a los animales y ayuda a un pez a liberarse del anzuelo. En agradecimiento, este le avisa del diluvio y le pide que ayude a los animales a salvarse.
Con poco texto, y basándose en grandes marionetas, luz y alguna proyección, va discurriendo la aventura de Noé para construir el arca con su propia casa (La casa flotante), reunir a los animales, incluyendo los díscolos o despistados que no acuden a su llamada, y lógicamente por mantener el orden en un espacio reducido entre tanto especimen. 
Lola Martín, narra y presta su voz a la niña Noé interpretada por Elisa Ramos, quien además manipula las marionetas junto a José Rodríguez y Ana Puerta creando un auténtico zoológico sobre el escenario en el que veremos a pollitos que buscan su idioma, pingüinos bailarines, un elefante miedoso... que van apareciendo al compás de la música de Xavier Montsalvatge y Debussy interpretada en directo por el pianista  José López-Montes, justo a pie del escenario, que tan pronto acompaña al desarrollo de la trama como pone música a las gotas que caen del cielo (ten en cuenta que ninguna suena igual que otra)
La casa flotante. Noe visto por La Maquiné
Cuatro personas sobre el escenario que completa en quinteto el pianista, consiguieron encandilar desde el primer momento, desde antes de empezar el espectáculo ya que en el escenario, con el telón alzado esperaban cuatro animales sobre un suelo irregular. La ovación hizo que el elenco saludara tres veces y dejó patente lo bien que se lo habían pasado niñas y niños que acompañaron los 50 minutos de Casa Flotante con risas y algún que otro comentario.
Si esperas que te cuenten tal cual el Diluvio universal, no lo encontrarás en La Casa Flotante, pero si buscas imaginación a raudales, no dudes en ver esta obra. 
En Asturias, podrás verla todavía en Gijón, donde cerrará Feten, y Avilés, pero si quieres conocer más citas, siempre puedes acudir a la web de La Maquiné que produce este espectáculo junto al Gran Teatre del Liceu de Barcelona y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. 
Y para ir abriendo boca... el vídeo promocional de La Casa Flotante.

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