La “casta” de Podemos

La tentación para no olvidar a Podemos y sus secuaces es demasiado fuerte, y el mejor medio de vencerla es sucumbiendo a ella. Este fin de semana hemos oído al Sr. Iglesias llamar chorizos a diferentes políticos de lo que él viene denominando “la casta” en diferente a su formación que representa siempre a “la gente”. Al margen de la dualidad semántica que ya fue utilizada por otros partidos políticos, merece un poco cierta reflexión sobre el comportamiento de sus conspicuos a día de hoy, que no han alcanzado cuota alguna de poder:

• La Señora Carmena, Jueces para la Democracia, progresista de amplia tradición, ha permitido que su esposo contratase en calidad de autónomos a empleados de su empresa, a fin de evitar problemas laborales y después de no pagarles y ser demandado por ellos, tras perder el juicio, consiguió no satisfacer las cantidades adeudadas por haber puesto los bienes a nombre de su esposa con la que tenía una relación matrimonial en separación de bienes. No es un buen ejemplo para erigirse en defensora de los trabajadores o de las clases desfavorecidas, ¿no?.
• El Sr. Iglesias, con sus ingresos actuales, está entre el 1% de la población española con más medios económicos. Su presencia en el Parlamento Europeo, al que va poco, pese a percibir diecisiete mil euros al mes, no parece que haya modificado las constumbres de la “casta” a las que más bien parece haberse adpatado con facilidad el profesor universitario.
• D. Juan Carlos Monedero escamoteó al fisco cuatro cientos y pico mil euros, que anduvieron rodando entre su cuenta y la de una empresa suya, creada años después de haberse llevado a cabo el trabajo por el que se percibieron, en fin, que todo sonaba raro hasta que el compañero camarada profesor del Sr. Iglesias, salió por la puerta de atrás del partido diciendo lindeces a algunos correligionarios.
• El Sr. Errejón cobraba de un amiguete que lo contrató para un puesto “a medida” mientras ni siquiera pasaba por el departamento unversitario del que percibia casi dos mil euros al mes. al final todo fue culpa de “un papelito” según nos explicó D. Pablo, aunque uno sigue sin fiarse mucho de él por eso de haber dado el mismo normbre a la Constitución Española.

En fin, que si tenemos esto antes de que alcancen poder en autonomías, ayuntamientos y/o gobierno, no da la sensación de que nos espere nada bueno, al contrario: Las ideas trasnochadas de regímenes izquierdistas totalitarios que nos venden como modernas los nuevos mesías, son contraproducentes en un país occidental y europeo como el nuestro, y por si fuera poco, sus líderes no parecen sustancialmente mejores que la “casta” a la que tratan de denostar en cada una de sus intervenciones.

Decididamente tenemos los políticos que nos merecemos.