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La Cheka, el abuso de poder de la policía secreta del gobierno comunista

Publicado el 10 diciembre 2015 por Tras La Nube De Oort @BlogNubeDeOort

En 1917 la situación de la Rusia post zarista, tras el derrocamiento del Gobierno Provisional por parte de los bolcheviques, era caótica. Era un momento muy complicado de manejar para el reciente gobierno comunista de Lenin. Existían muchos enemigos políticos y también se sucedían los actos vandálicos, los saqueos, las manifestaciones...

Los socialrrevolucionarios (enemigos de Lenin), otras facciones políticas contrarias al nuevo gobierno, los huelguistas y obreros descontentos con la situación actual provocaban disturbios y manifestaciones, a los que Lenin respondía con puño de hierro.

Para controlar estas y muchas otras situaciones consideradas peligrosas y contrarrevolucionarias se creó la Cheka (en castellano: Comisión Extraordinaria De Todas las Rusias para Combatir la Contrarrevolución, la Especulación y el Abuso de Poder), la cual creció en sus atribuciones y en su brutalidad de forma muy rápida.

Estaba dirigida por Félix Dzerzhinsky (del que hablaremos luego más ampliamente). La Cheka era heredera de la Okhrana, el Servicio de Seguridad zarista, también brutal y muy dura en sus actuaciones, pero que pronto quedaría eclipsada par las inhumanas acciones y las bestiales represalias que protagonizaría la Cheka de Dzerzhinsky.

La Cheka actuaba contra todo aquel que consideraba enemigo de la Revolución, y creedme cuando digo que la horquilla de gente a la que se acusaba de este concepto se amplió de forma potencial.

Los sucesos definitivos que radicalizaron aún más a la Cheka fueron el asesinato de Moses Uritsky (jefe de la Cheka de Petrogrado) y el posterior intento de asesinato de Lenin, ambos en 1918. Las represalias fueron brutales y despiadadas.

La pena de muerte que había sido abolida en 1917 tras el derrocamiento del Zar, pero a petición de la Cheka fue reinstaurada y utilizada de forma sistemática por la propia Cheka, a parte de las continuas torturas a los que los "enemigos de la Revolución" eran sometidos para sonsacar nombres de enemigos y planes antigubernamentales.

Para acabar con la "conspiración contrarrevolucionaria" Dzerzhinsky ordenó miles de asesinatos por un periodo de tres años.

La Cheka actuaba como juez y verdugo, asesinando, torturando y encarcelando sin piedad a miles de personas, las cuales nunca sabremos si eran culpables de los delitos que les atribuían.

No era casualidad que muchos dirigentes regionales de la Cheka fueran psicópatas sin escrúpulos, gente sádica y retorcida como Gleb Bokii, que se jactaba de haber fusilado a 800 personas y encarcelado a más de 6000, también era conocido por sus frecuentes agresiones sexuales a prisioneras.

La Cheka utilizaba varios métodos terribles para cumplir sus objetivos, los cuales iban desde dejar sin cartillas de racionamiento, a torturas brutales, a ejecuciones sumarias y reclusiones en campos de concentración donde las condiciones de vida y de trabajo eran inhumanas y deplorables.

Mataban a la gente fusilándola, quemándola viva, ahogándola, ahorcándola...muchas veces después de haberla torturado incansablemente.

La Cheka era tan sádica y brutal que incluso Lenin (que la había apoyado sin fisuras) sabía que algo tenía que cambiar, ya que los propios bolcheviques la temían.

Así que en 1922, tras varios años de sembrar el terror, fue eliminada de forma definitiva y se procedió a la creación de otra organización en su sustitución, la GPU (posteriormente OGPU) , aunque Félix Dzerzhinsky continuó al frente.

Félix Dzerzhinsky

El jefe de la Cheka fue un joven obrero con una ideología socialista y marxista, fue encarcelado en innumerables ocasiones y liberado en 1917 tras el éxito de la Revolución.

Siendo dirigente de la Cheka se le conocía como Félix de hierro, y no se le llamaba así por casualidad, tenía una voluntad inquebrantable y un fanatismo absoluto por la causa comunista, vivía de una forma completamente austera, apenas comía, ni dormía ni tenía gastos superfluos (al contrario de otros de sus compañeros de la cúspide comunista) y era un completo adicto al trabajo, pasaba el día (y la noche) recopilando informes y ordenando ejecuciones.

Era una persona de cabeza fría pero un "trabajador" implacable por la Revolución, con lo que esto implica en cuanto a los asesinatos y el sufrimiento que causó.

Murió en 1926 por un infarto tras un discurso. En la KGB se le consideraba un ídolo y un ejemplo.

El gobierno de Gorbachov derribó la estatua que había del en Moscú, pero el actual gobierno ruso ha repuesto su estatua en el Ministerio del Interior .


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