La chica del lago, de Steph Bowe

Título: La chica del lago.
Título original: Girl saves boy.
Autora: Steph Bowe.
Editorial: Montena.
Páginas: 256
Precio: 15'95€
Encuadernación: Rústica con solapas.

Primeros capítulos.

Sinopsis:

Sacha tiene 17 años y, afectado por una leucemia en fase terminal, acaba de intentar suicidarse en un lago junto a su casa. Pero una desconocida de ojos inquietantes ha llegado justo a tiempo para impedírselo: se llama Jewel y ella tampoco tiene una vida precisamente fácil. Para empezar, su hermano murió en el mismo lago en el que Sasha ha querido quitarse la vida. A raíz de este accidente, el padre de Jewel se fue de casa y ella tuvo que irse a vivir al campo con sus abuelos. Al morir estos, Jewel tuvo que regresar a casa de su madre, pero la relación entre las dos es muy complicada, porque ahora son casi dos desconocidas. Tras conocerse en el lago, Sacha y Jewel entablarán una amistad especial. Y pronto ambos entenderán que hay muchas cosas contra las que no pueden luchar. Les queda poco tiempo, pero sus caminos se han cruzado y ahora eso es lo único que importa realmente. Una historia que habla sobre la verdadera amistad, la enfermedad, el amor y los conflictos familiares... y también sobre los enanitos que habitan en todos los jardines.
Opinión personal:

La historia que se encierra en las páginas de esta novela es la de Sacha Thomas, un joven con leucemia al que la vida no le está tratando muy bien desde que falleció su madre; y de Jewel Valentine, una joven a la que la muerte de su hermano le marcó el futuro de forma drástica. Ambos se conocen cuando Jewel le salva la vida a Sacha al verle ahogándose en el mismo lago donde murió su hermano y, tras ese breve encuentro, sus vidas quedarán más unidas de lo que ninguno podría esperar.
A lo largo de la historia van apareciendo más personajes como Michael Mitchell, más conocido como Little Al, y True Grisham, así como los familiares de todos ellos. Estos personajes, en mi opinión, están muy bien desarrollados, con problemas reales que muchas personas pueden estar viviendo en estos momentos, lo cuál hace que los sintamos más cercanos y se les pueda coger cariño con mucha facilidad.
La escritura es bastante sencilla y con muchos y muy variados diálogos. Consigues meterte de lleno dentro de la historia y esto hace que la lectura sea ligera y sin complicaciones. Además, los capítulos se van alternando entre Sacha y Jewel, de forma que podemos conocer la historia y los pensamientos de ambos, sus sentimientos y sus reacciones.
La historia avanza de forma constante, en cambio, la relación entre Sacha y Jewel se desarrolla de una forma vertiginosa tras el primer beso. Creo que en ese punto debería haberse detenido y que las cosas sucedieran de una forma más calmada entre ellos y no tan aprisa como realmente suceden. El final me dejó un sabor muy agridulce, porque aunque ya se sabe cuál será el lamentable desenlace, creo que está desarrollado de forma muy precipitada.
La chica del lago es una novela repleta de sentimientos, con un toque original aportado por los gnomos de jardín y tan real como la vida misma.
Puntuación:

Gracias a Montena.