Revista Cultura y Ocio

La chica que vive al final del camino. Laird Koening

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La chica que vive al final del camino. Laird Koening
     "Era una noche de las que le gustaban a la niña. Estaba frente a la ventana aquel último día de octubre, y observaba el mundo estremecerse al filo del invierno. El viento frío sacudía los tallos de las flores muertas del jardín y arrancaba las últimas hojas de los arces, arrojándolas a la oscuridad como jirones de papel negro. De un tirón, la niña corrió las cortinas y ocultó la noche".
     Desde que tengo uso de memoria soy aficionada al género de terror y gótico, así que estaba claro que este libro no podía faltarme. Hoy traigo a mi estantería virtual, La chica que vive al final del camino.
     Conocemos a Rynn, la niña que vive en la casa del final del camino. Vive allí junto a su padre, aunque parece que nadie lo ve nunca. No lo ve ni siquiera la mujer de la inmobiliaria que alquiló la casa. Rynn no celebra Halloween pero sí su cumpleaños que coincide en fechas. Es una niña solitaria, inteligente y que odia profundamente las tonterías de los que tienen su edad y particularmente las relacionadas con los Hallet, propietarios de la vivienda, y su siniestro hijo. De hecho será la señora Hallet quien amenace con hacer notar que Rynn no va nunca a la escuela. No serán las únicas personas que se acerquen con curiosidad a Rynn ya que un mago y un policía no tardan en entrar en escena mientras la niña tiene un comportamiento adulto y el padre sigue sin dar la cara ante nadie.
     Tenemos en esta novela todos los ingredientes imprescindibles para estar ante el género, incluyendo una magistral puesta en escena que comienza en la primera página con el ritual preparado por la protagonista para su cumpleaños. El autor busca una novela de atmósferas, algo que logra con creces, mientras consigue que el lector mire con susceptibilidad a todos y cada uno de los personajes que se presentan ante Rynn, particularmente al terrible hijo de la casera. Y, por supuesto, tampoco olvide mirar a la joven protagonista del padre oculto.La novela no solo se lee con facilidad sino que no pide actos de fé complejos que alejan al lector no familiarizado con el cine de terror. Aún así, su efectividad en la técnica es pasmosa ya que uno pronto se queda atrapado en la historia de Rynn de la que necesita saber más y más. Y es que a medida que avanzamos en la lectura, tememos las visitas que recibe la niña y que sabemos que acabarán, irremediablemente, en una curiosidad por ver al padre que compartimos. Pero que al mismo tiempo tememos, como si supiéramos a ciencia cierta que la aparición del padre de Rynn solo iba a poder significar el duro castigo de una de las partes.
     La chica que vive al final del camino es una novela que me ha encantado, cuya adaptación cinematográfica buscaré, y que recomiendo seáis o no aficionados al terror.
    Por cierto, ¿lo sois?
     Gracias.

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