Revista Belleza

La Chinata: del trujal a mi pelo

Por Agly Talaván @traselvelodisis
La Chinata: del trujal a mi pelo
"Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa y escondido tras las cañas duerme mi primer amor llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas. Yo..."
¿Qué mejor manera de empezar esta semana de primavera revuelta que recordando esta canción de amor que Serrat le dedicaba a este Mar Medi Terraneum que baña nuestras costas desde tiempos inmemoriales? Y es que, aunque en las Vascongadas nos pueda parecer que el calor y el murmullo de sus aguas suenan lejanos, hay que reconocer que sin la presencia de esta antigua vía de comunicación y la riqueza que de ella emana no seríamos, hoy en día, quienes somos.
Egipcios, Fenicios, Cartagineses, Griegos, Romanos, Íberos y otros tantos pueblos de la antigüedad fueron los arquitectos de un legado cultural y artístico que llenó de luz los albores de la historia de la Humanidad y que ha evolucionado, perpetuándose, hasta nuestros días. Y todo gracias a las ricas y cálidas aguas del Mediterráneo. Por ello, a pesar de que no sea él quien bañe mis costas, el vínculo que siento es fuerte y el cariño que nace del respeto me hace hoy centrarme en uno de los símbolos más universal de este mar, uno de sus hijos predilectos, tan antiguo como él mismo, y que tan importante ha sido en el curso de nuestra historia: el aceite de oliva.
Este oro líquido dominó en su día el mundo en un momento en el que el oro negro que ahora codiciamos y adoramos cual becerro no era más que una maldición para el campesino que lo hallaba en sus tierras. El aceite de oliva, único y singular con su sabor a historia y a verano, un símbolo de esa riqueza mediterránea que aún hoy sigue siendo un bien preciado, valorado y reconocido por sus buenas cualidades para la gastronomía y ahora también para la belleza.
Pues sí, como ya os he hablado en alguna otra entrada no sólo de Aceite de Argán (o de Monoï) vive la mujer. Por supuesto, el mundo de la cosmética no podía ser ajeno a los beneficios que presenta este líquido elemento en materia de hidratación y por ello compañías como la oleícola La Chinata han aprovechado la ciencia de la gastronomía para transformarla en cosmética.
En esta entrada os voy a hablar de los dos últimos productos que he probado de esta marca y que fueron un regalo de cumpleaños de parte de mis tíos F y M: el champú suave y la mascarilla  capilar hidratante reparadora de su línea Natural Edition.
Champú suave: Como su nombre indica se trata de un producto muy ligero y poco agresivo pensado para emplear a diario en todo tipo de cabellos. De textura transparente y muy fluida este champú hace muchísima espuma y huele fenomenal (no sé por qué pero algo en su aroma me recuerda al Nenuco).
Además, deja el pelo suelto, limpio y ligero, sin la sensación resbaladiza que dejan otros champús que contienen elementos "hidratantes" (AKA siliconas). Por otra parte, no me parece que reseque el pelo ni que sea en absoluto agresivo para el cuero cabelludo por lo que no supone ningún problema el hecho de emplearlo a diario tal y como se indica en los consejos de uso.
Mascarilla Capilar Hidrtatante Reparadora: Sobre este producto, he de decir que sigue la línea marcada por el anterior Champú ya que tiene una fragancia muy similar (si no igual) y lo complementa a la perfección, suavizando y reparando la limpieza y los enredos que se hayan podido generar durante la limpieza.
La Chinata: del trujal a mi peloEs un producto denso que viene en el típico formato de mascarilla de tarro con tapa a rosca redondo por lo que no supone en este aspecto ninguna innovación. Así mismo, el resultado es bueno, mejor aún si se combina con el champú de la misma línea, de tal manera que se puede prescindir del acondicionador sin tener que renunciar a un pelo limpio, suave y desenredado.
Sin embargo, quizás este producto se me antoja, precisamente, más como un sustituto del acondicionador, es decir, de uso diario que como un producto de spa capilar de fin de semana puesto que el efecto en el pelo no es tan reparador como podría serlo el de otras mascarillas. En este punto también he de subrayar que yo prefiero las mascarillas prelavado para el pelo que te permiten aplicarlas cuando aún no estás en pelotas, muerta de frío en la ducha.
Un último aspecto que me gustaría señalar de esta mascarilla es que tiene un color muy "desafortunado" que no deja de recordarme a un puré de espinacas (nada que ver con el rico olor que tiene, ojo) y que al natural poco se parece a la foto que encontramos en la web. Nada que objetar al respecto pero me parece un dato curioso que debéis saber por si estáis pensando en adquirirla.
Hasta aquí mi review de estos dos estupendos productos. Muchísmias gracias a quienes han hecho posible que hoy hable ellos y que mi melena (ahora ya cortita) luzca sanota y brillante.
Un beso y hasta la próxima.

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