El Pentágono podría poner las fuerzas especiales estadounidenses en Afganistán bajo el control de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) después de 2014, para mantener su presencia secretamente en dicho país.
El plan revelado por las fuentes de Associated Press, aún no se ha presentado al secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, a la Casa Blanca, ni al congreso.
El plan fue sugerido por un alto funcionario de inteligencia de defensa de EE.UU.; los jefes de defensa tratan de averiguar cómo sacar a las tropas antes de 2014, la fecha limite prometida por la Casa Blanca.
Una guerra dirigida por la CIA también ocasionará que las operaciones se lleven a cabo en forma secreta, mientras que sus actividades y su financiación serían clasificadas y en este caso los periodistas u otras entidades de supervisión no tendrían acceso a las actividades realizadas por dichos grupos de elite.
Gracias a esta idea, el Gobierno de Barack Obama puede pretender que mantiene sus promesas sobre la retirada de sus tropas desde los territorios afganos en 2014.
El Gobierno del país norteamericano ha aumentado, recientemente, el uso de las fuerzas del Mando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC, por sus siglas en inglés) en todo el mundo, particularmente en África, donde las intervenciones de EE. UU. se producen sobre todo en secreto.
Estados Unidos comenzó una guerra contra Afganistán en 2001 bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, tras los atentados del 11 de septiembre contra los Centros de Comercio Mundial en Nueva York.
A pesar de la presencia prolongada de las fuerzas estadounidenses en el país devastado por la guerra, Afganistán se ha convertido en un país más inseguro, donde los talibán han ganado, aún, más poder.
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